Afirma que había información relevante que no se había facilitado al auditor y su objetivo era proporcionársela para que auditara las cuentas
MADRID, 20 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha explicado que la reformulación de las cuentas de 2011 en mayo de 2012 respondió al "extraordinario cambio" que se produjo en la economía española en esos meses y a los 'decretos Guindos', que cambiaron las estimaciones de valoración de activos.
Debido al nuevo entorno, el nuevo equipo quiso formular unas cuentas "desde cero", que arrojaron unas pérdidas de casi 3.000 millones frente al beneficio de más de 300 millones de las cuentas formuladas en marzo, según ha indicado Goirigolzarri durante su comparecencia como testigo en el juicio por la salida a Bolsa de Bankia en julio de 2011, que se celebra en la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares (Madrid).
"Nosotros no cambiamos las cuentas, nosotros formulamos las cuentas", ha asegurado durante el interrogatorio de la fiscal Carmen Launa, en el que ha negado que alguien del Ministerio de Economía o del Banco de España le sugiriera la necesidad de reformular las cuentas de 2011, que no habían sido auditadas.
Además, Goirigolzarri ha asegurado que la justificación de la reformulación se debía al impacto de la crisis y de los cambios normativos, pero en ningún caso respondía a la voluntad de "suavizar responsabilidades previas" del equipo anterior, como ha preguntado la fiscal.
"Nos adentramos en el análisis sin ningún tipo de prejuicio, fuimos analizando la información y llegamos a esa conclusión; nadie nos dijo nada", ha sostenido el presidente de Bankia, quien sí ha apuntado que el Banco de España le ayudó en cuestiones de "criterio".
Según ha relatado, las pérdidas se contabilizaron de forma sobrevenida. "En 2012 los bancos cayeron en Bolsa como un 40%, el Ibex un 30% y todo eso se concentró entre febrero y mayo y, por tanto, esas condiciones de nuevas proyecciones y la evolución del mercado es lo que justifica el cambio de valoración de Bankia", ha indicado Goirigolzarri, quien no cree que haya que retrotraerse a la salida a Bolsa para localizar los motivos de dichos cambios en las cuentas.
Goirigolzarri también ha recordado que el Banco Central Europeo (BCE) subió los tipos de interés en dos ocasiones durante el año 2011, lo que significa que tenía una opinión favorable de la economía que, sin embargo, decreció casi un 1% en 2011 a nivel global y un 3% en el caso de España, concentrándose su impacto en el sector inmobiliario, lo que tuvo un efecto "radicalmente fundamental" en las estimaciones de la valoración de activos. "El gran 'crash' se produjo entre febrero y mayo", ha señalado.
Con todo, consideró que la mejor manera de asegurar el futuro y la viabilidad de Bankia y BFA era la transparencia, en términos de unas cuentas auditadas, que permitieran convocar una junta. "Ese era un pilar fundamental para todos los aspectos de imagen", ha afirmado el presidente de la entidad.
PRIORIDAD: FACILITAR INFORMACIÓN A DELOITTE
Ante este panorama, Goirigolzarri se incorporó a la presidencia del grupo el 9 de mayo con dos objetivos urgentes: auditar las cuentas de 2011 y preparar un plan de capitalización y saneamiento para el Banco de España.
En este sentido, ha reconocido que había información relevante que no se había facilitado al auditor externo Francisco Celma (Deloitte), aunque él no formaba parte de la entidad durante esa época. "En las actas se recoge la información que Celma decía que faltaba", ha apuntado.
"Él no estaba dispuesto a firmar las cuentas, luego requería de más información. Faltaba una información que él consideraba relevante y nuestro objetivo era que llegara al auditor y que él, de forma profesional pero con absoluto confort, pudiera auditar las cuentas", ha explicado Goirigolzarri, quien pidió a Celma sus requerimientos de información para estructurar un plan de acción que permitiese facilitarle la información que solicitaba.
