Lautenschläger (BCE) insta a dejar caer a los bancos y pide que no se asuman los rescates con dinero público

The Euro sign sculpture stands in front of the headquarters
REUTERS - Archivo
Actualizado: jueves, 15 marzo 2018 19:30

MADRID, 15 Mar. (EUROPA PRESS) -

La miembro del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE) y vicepresidenta del Consejo de Supervisión de la entidad, Sabine Lautenschläger, apuesta por dejar fracasar a las entidades bancarias, ya que la expectativa de que los bancos quebrados serán rescatados están creando un negocio insostenible y de elevado riesgo que amenaza la estabilidad del sistema financiero a largo plazo.

"Los bancos deben poder fracasar", ha reiterado Lautenschläger, después de que numerosos gobiernos se gastaran miles de millones en rescatar a bancos durante la crisis financiera por temor a la desestabilización del conjunto. "La creencia de que los bancos serían rescatados sea cual sea el coste creó malos incentivos. Se acostumbraron a la garantía implícita y gratuita de los gobiernos", ha añadido.

Lautenschläger ha reclamado que los contribuyentes no se vean obligados a pagar por quiebras bancarias mientras que, en cambio, los propietarios y los acreedores son quienes deben asumir las pérdidas. "Ahora los bancos tienen unos mayores requisitos de capital que antes de la crisis. Esto significa que cada banco tiene un espacio más amplio para absorber pérdidas. Estas pérdidas son asumidas por quienes proporcionaron el capital, los accionistas", ha indicado.

La jurista ha admitido que la caída de un banco puede provocar que los inversores o los depositantes cuestionen la salud de otras entidades, de forma que la confianza se evapora y las fuentes de financiación se agotan, hasta el punto de que los bancos sanos podrían encontrarse en medio de una crisis de liquidez.

Asimismo, el fracaso de un banco puede contagiar a todo el sistema, sobre todo si ocurre entre las llamadas entidades sistémicas, pues pueden llegar a paralizar todo el sistema financiero: el flujo de crédito se detiene, la inversión y el consumo se estancan, y el empleo se destruye.

No obstante, para evitar que esto ocurra, los gobiernos se han dedicado a rescatar en varias ocasiones a bancos de importancia sistémica e incluso medianos con dinero público. "Los beneficios de preservar la estabilidad en el corto plato tienen un gran coste a largo plazo", ha subrayado Lautenschläger.

MECANISMOS PARA UNA RESOLUCIÓN ORDENADA

De hecho, la alemana ha subrayado que las reformas regulatorias no solo trata de hacer a los bancos más resilientes, sino que también están diseñadas para que los bancos fracasen. "No me malinterpreten. El fracaso es la opción menos deseable, por supuesto, pero solamente necesitamos bancos saludables y que funcionen bien", ha aseverado.

Lautenschläger ha indicado que el mecanismo de resolución europeo se ha garantizado para dejar caer a las entidades bancarias que están fallando y que lo puedan hacer de forma ordenada, aunque también destaca las medidas de intervención anticipada, que pueden ser una herramienta importante para prevenir fallos bancarios.

En este sentido, ha reivindicado la importancia de algunas medidas con las que la zona euro aún no cuenta, como las moratorias armonizadas a corto plazo, que permitan suspender la actividad de un banco por un periodo determinado para manejar una crisis y encontrar una solución.

Desde que el mecanismo único de resolución nació hace unos tres años, el BCE ha atendido a cuatro quiebras, desde el Banco Popular, una entidad relativamente grande en España, al ABLV de Letonia, una entidad con menor carácter sistémico.

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