MADRID, 25 May. (EUROPA PRESS) -
La agencia de calificación crediticia Moody's ha mejorado la nota de solvencia a largo plazo de Abanca desde 'Ba3' con perspectiva 'estable', hasta 'Ba2' con perspectiva 'positiva', lo que implica la posibilidad de una nueva mejora del rating en el corto plazo, debido a la mejora de la calidad de los activos de la entidad.
No obstante, a pesar de esta mejora, la calificación crediticia de Abanca continúa situándose dentro del grado de especulación con calidad cuestionable, es decir, dentro del 'bono basura', que significa que la entidad cuenta con una capacidad incierta en el largo plazo y gran sensibilidad a un entorno adverso.
La evaluación de Moody's del perfil financiero de Abanca corresponde principalmente a la mejora de las medidas de riesgo establecidas por el banco y al respaldo del "favorable" desempeño económico de España, que también se corresponde en la perspectiva 'positiva' de la calificación.
"En 2017 Abanca redujo materialmente el volumen de créditos morosos, lo que se tradujo en una disminución en la tasa de morosidad del 5,1% en diciembre de 2017 desde el 7,6% de un año antes. Aunque a tasas más modestas, esta ratio continuó disminuyendo en el primer trimestre de 2018, reduciendo aún más la tasa de morosidad hasta el 5% a finales de marzo de 2018", explica la firma de análisis.
Asimismo, Moody's destaca el mejor perfil de liquidez de Abanca, con una "gran" base de depósitos de minoristas que cubre una mayor proporción de las necesidades de financiación del banco, que ascendían al 77% el pasado mes de marzo. Esto le permite mantener una baja dependencia del mercado para captar fondos.
Con todo, la nota de Abanca también refleja su "débil" rentabilidad recurrente y unas ganancias altamente dependientes del capital no recurrente. Además, su beneficio neto se vio respaldado por la publicación de provisiones para pérdidas crediticias en 2016 y 2017 que Moody's no considera una fuente de ingresos "sostenible".
