MADRID, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -
Solo el 25% de los inversores confía en que las estrategias de transformación digital de los bancos serán efectivas y menos del 1% considera que los planes son claros y creíbles, según el informe 'The state of the financial services industry 2020' de Oliver Wyman presentado en el Foro de Davos 2020.
El documento pone de manifiesto que, aunque las entidades financieras destinan una media del 5% de sus ingresos anuales a alcanzar sus objetivos de transformación digital e inclusión de nuevas tecnologías, la lentitud y complejidad del proceso no siempre se refleja en las métricas, por lo que "está levantando cierto escepticismo por parte de los inversores".
La presión sobre los bancos por la entrada de compañías tecnológicas en el sector y las condiciones macroeconómicas cada vez más complicadas requiere que las entidades atraigan ingresos que les garanticen el éxito y, a su vez, ofrezcan valor a los accionistas a largo plazo.
El informe estima que el 75% de la erosión del valor en la banca europea procede de factores macro y de regulación, mientras que el 25% tiene relación con los nuevos participantes.
En este escenario, Oliver Wyman ha identificado que una parte de la industria está enfocándose en la visión, centrando sus esfuerzos en transformación digital en un horizonte de tres a siete años, mientras que otra está dirigiendo su estrategia al valor y la obtención de resultados financiero a corto plazo, realizando las inversiones solo cuando se esperan retornos concretos en los siguientes tres años.
En el caso de España, los bancos están centrados en el valor y su dinámica tiende a la reducción de costes y optimización de recursos financieros para elevar la rentabilidad.
El presidente y consejero delegado de Oliver Wyman Iberia, Pablo Campos, ha apuntado que la banca española necesitará "el justo equilibrio entre visión y generación de valor", aunque muchas entidades "no acertarán a la hora de establecer el balance adecuado entre ambos".
"La creciente amenaza de las bigtech, una posible desaceleración y unos inversores cada vez más impacientes obligarán a cada entidad a encontrar el mix de objetivos a largo (visión) y a corto plazo (valor) y a desarrollar una hoja de ruta propia para alcanzarlos", ha señalado.
Para alcanzar un equilibrio entre las dos mentalidades, Oliver Wyman propone que las entidades adopten "un enfoque quirúrgico" a la hora de afrontar las inversiones, evitando la creación de capacidades "demasiado digitales que puedan no ser entendibles".
Asimismo, recomienda centrarse en un número menor de iniciativas, desarrollar nuevas herramientas de medición de resultados y apostar por una mayor transparencia yuna mejora en las comunicaciones externas para que todo el proceso de inversión en nuevos cambios y avances "tenga sentido a ojos de los inversores y estos sean capaces de comprender en qué están invirtiendo su dinero".
