MADRID, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -
Siete firmas de inversión han declarado una 'posición corta' global sobre el 4,49% del capital social del Banco Popular, con un valor de mercado de 471,7 millones de euros, según la información remitida entre ayer y hoy a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El banco presidido por Ángel Ron es la entidad española en la que los fondos de inversión tienen registrado el mayor número de posiciones cortas, enfocadas a la obtención de beneficios con la caída de la acción en bolsa.
Concretamente, el fondo Harbinger Capital Partners Master Fund es el que goza de la mayor posición corta (1,65%) en el Banco Popular, a través de 20 millones de títulos, seguido por Amber Master Fund, perteneciente a Goldman Sachs, con un 1,17% que aglutina 14,1 millones de títulos.
El declarante John A. Griffin tiene una posición global del 0,37% en el Popular a través de la entidad Blue Ridge Capital, que gestiona 4,55 millones de acciones, mientras que la posición corta revelada por Lansdowne Global Financials Fund Limited es del 0,35%, a través de 4,21 millones de títulos.
La gestora Highside Capital Management cuenta con posiciones cortas sobre el 0,29% del tercer banco español (3,575 millones de acciones), y Viking Global Investors apuesta a la baja con 3,973 millones de acciones del Popular representativas del 0,33% del capital social.
Entre los accionistas estables del Popular figura la Sindicatura de Accionistas (14,4%), la aseguradora Allianz (9,56%), Dresdner Holding (5,931%) y Unión Europea de Inversiones (5,023%). Por su parte, el inversor indio Ramchand Bhavnani controla un 5,066% del capital mediante su firma Casa Kishoo.
Las acciones del Popular han sufrido fluctuaciones importantes este año al son de rumores de mercado, entre los que destacó el interés de un grupo fantasma mexicano de hacerse con un 20% del capital, extremo que nunca fue confirmado y que coincidió con la salida del inversor Trinitario Casanova, que tenía un 3,5% del banco.
los títulos de Popular, que cerraron hoy en tablas en la Bolsa de Madrid, a 8,66 euros, se han dejado un 25% en el parqué en lo que va de año.
Desde que la CNMV exige a los inversores que comuniquen sus posiciones cortas sobre acciones o cuotas participativas de 20 entidades españolas en las que se supere el 0,25% del capital, un total de nueve fondos han revelado posiciones.
BANKINTER Y SABADELL.
Además de las posiciones cortas en el Popular, tienen una posición corta conjunta del 1,61% en Bankinter los fondos de John A.Griffin y de Highside Capital, con un 0,87% y un 0,74%, respectivamente.
Asimismo, gozan de una posición corta conjunta en el Sabadell del 1,3514% los fondos Tiger Global Management (0,61%), Highside Capital Management (0,42%) y Calypso Capital Management (0,3214%). En el BBVA, la posición corta de Harbinger Capital Partners se eleva al 0,39%, a través de 14,5 millones de acciones, mientras que la de Fortelus Capital en el Pastor es de 904.875 acciones, que representan el 0,35% del capital social.
MEDIDA IMPRESCINDIBLE, AUNQUE TEMPORAL.
El comité ejecutivo del organismo supervisor de los mercados exige que se realicen estas comunicaciones desde ayer, medida que considera imprescindible en el actual entorno financiero, aunque tendrá carácter temporal.
Los valores a los que afecta esta medida son Santander, BBVA, Banco Popular, Banesto, Bankinter, Banco Sabadell, Banco de Andalucía, Banco de Castilla, Banco de Crédito Balear, Banco de Galicia, Banco Guipuzcoano, Banco Pastor, Banco de Valencia, Banco de Vasconia, Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), Mapfre, BME, Renta 4, Grupo Catalana Occidente e Inverfiatc.
Se entiende por 'posición corta' el resultado neto de todas las posiciones en distintos instrumentos financieros, incluyendo las propias acciones y cuotas participativas y todo tipo de derivados de ellas, que supongan un efecto positivo para el titular ante descensos en el precio de las acciones sobre las que se declara la posición.
Las medidas adoptadas por los supervisores de Estados Unidos y de varios países europeos, que tienen como objetivo vigilar la especulación bursátil con valores financieros, cuentan con el visto bueno del Comité Europeo de Supervisión (CESR), que está tratando de coordinar la respuesta de los supervisores internaciones en este ámbito.
Esta iniciativa secunda además una de mayor alcance puesta en marcha en Estados Unidos para evitar que algunos inversores apuesten por la caída de valores bancarios y contribuyan al desplome bursátil.
