SÍDNEY, 2 Jul. (EUROPA PRESS) -
La primera ministra de Australia, Julia Gillard, anunció este viernes que ha cerrado un acuerdo con la industria sobre el controvertido impuesto a la minería, que finalmente será del 30 por ciento --frente al 40 por ciento previsto inicialmente-- y afectará sólo a las extracciones de acero, hierro y carbón.
Las concesiones otorgadas por Gillard, que supondrán una recaudación inferior en 1.500 millones de dólares a lo previsto inicialmente por el Gobierno, han permitido dar por concluidas unas negociaciones que se habían prolongado durante más de dos meses y que provocaron la caída del anterior primer ministro, Kevin Rudd.
"Hemos estado estancados como nación con este asunto durante mucho tiempo", indicó Gillard en una rueda de prensa celebrada en Canberra. "Hoy estamos avanzando juntos, y eso es una demostración de que tenemos un Gobierno estable y coherente", añadió en declaraciones recogidas por la cadena australiana ABC News.
La primera ministra defendió que su Gobierno no impondrá grandes impuestos y "mantendrá a Australia como un destino competitivo y atractivo para los inversores".
El impuesto a la minería entraría en vigor el 1 de julio de 2012, pero la oposición ya ha mostrado su intención de bloquear el acuerdo en el Parlamento e impedir que se convierta en ley. Además, el Gobierno acordó también ampliar el actual impuesto sobre la renta de los recursos procedentes del petróleo y del gas, que tributa al 40 por ciento.
