BRASILIA, 12 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno del presidente brasileño, Luiz Inácio 'Lula' da Silva, anunció ayer que rebajará los impuestos de varios servicios para así poder inyectar a la economía cerca de 9.000 millones de reales (unos 2.900 millones de euros), y atajar los efectos de la crisis financiera internacional.
'Lula' informó de estas medidas tras reunirse con más de 30 empresarios de los sectores económicos más importantes de Brasil, quienes le manifestaron su incomodidad por los altos tributos que deben pagar tanto los empresarios como los consumidores. Una de las reducciones tributarias más aplaudidas fue la del impuesto a las ganancias para los salarios, con la que se pretende estimular el consumo doméstico, en especial entre en la clase media.
Asimismo, 'Lula' ordenó al Banco Central de Brasil hacer uso de las reservas internacionales para que sean utilizadas en la financiación de la deuda externa y respaldar a las empresas brasileñas que tengan créditos en el exterior, aunque todavía deben esperar por la aprobación del Consejo Monetario Nacional. Según los cálculos divulgados por el Gobierno de Brasil, las reservas se sitúan en 260.000 millones de dólares (unos 195.000 millones de euros).
Los impuestos que se cobran por la compra de un coche, se reducirán a cero en los casos de vehículos de hasta 1.000 centímetros cúbicos de cilindrada, y cuando se trate de motores mayores se reducirán al 6,5 por ciento. El conocido Impuesto a las Operaciones Financieras también será reducido a la mitad, llegando a 1,5 por ciento. Lo mismo sucederá con el impuesto sobre la renta de las personas físicas.
Todas las medidas en conjunto permitirán que el Gobierno deje de percibir unos 2.900 millones de euros que serán inyectados directamente a la economía para atajar la crisis y reactivar el consumo, según informó a los medios el ministro de Economía, Guido Mantega.
