PARÍS, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha presentado este jueves un nuevo estándar global único sobre el intercambio automático de información entre las autoridades fiscales en el mundo, elaborado a petición de los países miembros del G-20.
Los líderes de estas economías habían reclamado a la OCDE que elaborara una nuevo sistema para reforzar las acciones contra la evasión de impuestos e inyectar más confianza y equidad a los sistemas fiscales internacionales.
En su opinión, la evasión de impuestos extraterritorial sigue siendo un "serio problema" para los países y las jurisdicciones a nivel mundial, dadas las grandes cantidades de fondos depositados en el extranjero, que no se ven afectados por los impuestos cuando los contribuyentes no cumplen con las obligaciones en sus países natales.
Elaborado entre la OCDE y los países del G-20, el estándar insta a las jurisdicciones a obtener información sobre sus instituciones financieras e intercambiar dicha información automáticamente con otras jurisdicciones sobre una base anual.
Además, indica la información financiera que debe ser intercambiada, las entidades que deben hacerlo, los diferentes tipos de cuentas y contribuyentes cubiertos y los procedimientos comunes de diligencia que deben ser seguidos por las instituciones financieras.
"Esto es un verdadero cambio. La globalización del sistema financiero mundial ha hecho que sea cada vez más sencillo para las personas llevar a cabo, mantener y manejar inversiones fuera de sus países de origen", explicó el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría.
En este sentido, defendió que este nuevo estándar aumentará la cooperación tributaria internacional, lo que pone a los gobiernos en mayor igualdad de circunstancias, "al tiempo que buscan proteger la integridad de sus sistemas fiscales y luchan contra la evasión de impuestos".
La OCDE presentará formalmente el estándar para su aprobación por parte de los ministros de Finanzas del G20 durante la reunión del 22 al 23 de febrero en Sidney (Australia). Más de 40 países se han comprometido a adoptarlo lo antes posible.
