MADRID, 3 Nov. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente tercero del Gobierno y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, rechazó hoy una reforma laboral que implique únicamente el abaratamiento del despido y la supresión de la tutela judicial, pero afirmó que Ejecutivo y agentes sociales pueden avanzar y ponerse de acuerdo en "temas de mucho calado" del mercado laboral.
"La reforma laboral ni es el talismán milagroso ni un tabú que lo haga inabordable", dijo Chaves durante su intervención en Los Desayunos Informativos de Europa Press, donde abogó por que se aclare qué se entiende por reforma laboral para intentar avanzar en un acuerdo.
"Hay que analizar qué tipo de reforma se propone. Si consiste exclusivamente en que el despido sea más barato o que se eliminen los controles judiciales, no estaremos de acuerdo y dicha reforma no será más que una falacia en un momento en el que miles de trabajadores se han visto abocados al paro", dijo Chaves.
En su opinión, la concepción de una reforma laboral circunscrita únicamente a esos supuestos supondría un "desequilibrio de la balanza de relaciones laborales" para el trabajador.
Por contra, afirmó que si lo que se pretende es una modernización del mercado de trabajo que conlleve una mayor productividad, la reforma de la negociación colectiva, de los servicios públicos de empleo, de la Formación Profesional, la reducción y control del absentismo y la "necesidad de reducir la injusta dualidad en el mercado laboral, entonces podemos ponernos de acuerdo y avanzar", subrayó.
"Sobre temas de mucho calado podríamos ponernos de acuerdo en la mesa de diálogo social", resaltó Chaves, quien pese a la ruptura del proceso de negociación antes del verano afirmó que los contactos entre el Gobierno y los interlocutores sociales siempre se han mantenido.
El vicepresidente tercero, quien frente a las acusaciones de improvisación resaltó que la respuesta del Gobierno a la crisis ha tomado como partida una "hoja de ruta bien clara de política económica", resaltó que el Ejecutivo seguirá trabajando en la nueva fase de la crisis, consciente de que "el momento más duro ha quedado atrás".
Afirmó que se ha iniciado una recuperación "lenta y difícil" que tendrá carta de naturaleza en el segundo semestre de 2010, coincidiendo con las previsiones de la Comisión Europea, que pronostica una crisis menos abrupta en España pero más duradera.
"España se va a encontrar inmersa en los efectos de la crisis. Nos esperan meses muy difíciles, y no habrá una recuperación real hasta que se produzca una recuperación en el mercado de trabajo", manifestó.
En este punto, resaltó la importancia de un cambio de modelo económico a partir de la Ley de Economía Sostenible, que servirá de "punto de partida" para ese nuevo reto y que supondrá el establecimiento de las nuevas bases jurídicas y conceptuales de ese nuevo modelo.
Según dijo, la Ley de Economía Sostenible se debe asentar en dos pilares, como son un amplio acuerdo con los interlocutores sociales y otro con los presidentes autonómicos.
