La compañía, que tuvo en 2008 un beneficio récord de 13.900 millones, intenta justificarse y asegura que no habrá despidos
PARIS, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -
El anuncio de Total de que suprimirá en los próximos cuatro años 555 puestos de trabajo en sus actividades de refinería ha desatado una oleada de críticas y expresiones de condena en la clase sindical y política francesa, Gobierno incluído, que reprochan a la petrolera la reducción de efectivos a pesar de haber logrado un beneficio récord en 2008 de 13.900 millones de euros.
El primero en juzgar "escandalosa" la medida fue el secretario de Estado de Empleo, Laurent Wauquiez, a quien el hecho de que un grupo como Total "no sea capaz en este periodo de crisis de tener un comportamiento ejemplar en términos de empleo" se le "atraviesa en la garganta".
Para la primera secretaria de los socialistas, Martine Aubry, Total ha cometido un "error de fondo" al pensar que "todo está permitido" y, a su juicio, se pone de relieve que las palabras del presidente francés, Nicolas Sarkozy, sobre la moralización del capitalismo no le comprometen a nada porque no hay ningún texto legislativo que se pueda aplicar.
"Apunta con el dedo a los directivos sinvergüezas y la cosa sigue igual en los bancos y en Total", criticó la responsable del PS, que pidió de nuevo una regulación sobre las condiciones de los despidos.
También la ex candidata socialista al Elíseo, Ségolène Royal, consideró que el Estado debería "retener los beneficios" de Total y los "reinyecte" en energías alternativas. "No saldremos de la crisis con el sistema económico actual", remachó en declaraciones a France Inter.
Para el Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) de Olivier Besancenot, Total "asesina" el empleo. "La falta de despidos simples no cambia nada el asunto", dice el NPA en un comunicado en el que califica de "inadmisible e indignante" la decisión.
Mientras, según el Partido Comunista Francés, la medida ilustra que Total es "una de las peores empresas depredadoras, tanto a nivel medioambiental como de los derechos sociales e incluso del poder adqusitivo". La responsable comunista Marie-George Buffet ha llegado a proponer que se prohiban los despidos cuando se repartan dividendos.
Por su parte, el secretario general de la CGT, Bernard Thibault, calificó las supresiones de "indefendibles e injustificables" teniendo en cuenta los beneficios récord de Total.
"El presidente de la República ha dicho en discursos fuertes que íbamos a pasar a un nuevo tipo de capitalismo y que no admitiría que las empresas se aprovechen de esta situación para justificar medidas de reestructuración injustificables.Entre el discurso y los actos, esperamos una confirmación", dijo en la emisora RTL.
CERO DESPIDOS
Ante tal avalancha de críticas, el secretario general del grupo Total, Jean-Jacques Guilbaud, reafirmó hoy que habría "cero despidos" y que los hombres y mujeres afectados por la reestructuración se jubilarán "con normalidad", acogiéndose a la prejubilación si quieren o cambiando de puesto en el interior del grupo. "Este plan es esencialmente un plan de inversión para modernizar y perpetuar nuestra refinería y nuestra petroquímica", dijo.
