Dice que las cifras no serán tan duras en el último trimestre como lo fueron en 2008 e invita a la reflexión para retomar el diálogo social
MADRID, 3 Sep. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, admitió hoy que el Gobierno ha podido dar una imagen de "improvisación" en el tema de la ayuda de 420 euros a los parados, pero precisó que no ha sido así y que él está "encantado" con que la medida vaya a ser retroactiva desde el 1 de enero, en lugar de desde el 1 de junio -como le propuso a los sindicatos a principios de la semana- o desde el 1 de agosto -fecha que figura en la norma actualmente vigente-.
Corbacho, en declaraciones a TVE recogidas por Europa Press, negó que el portavoz parlamentario del PSOE, José Antonio Alonso, le haya "corregido" por el hecho de que él propusiera el 1 de junio a los sindicatos como umbral para los 420 euros y luego saliera Alonso diciendo que había margen para mejorar ese plazo y hacer así que más desempleados pudieran acceder a esta ayuda.
"No ha habido ninguna corrección. He tenido una coordinación diaria con el presidente del Gobierno y con nuestro portavoz parlamentario, José Antonio Alonso. (...) Pero el ministro de Trabajo, aparte de ser ministro, es también miembro de un gobierno y debe ser corresponsable con la situación global que tiene la economía", dijo.
Así, Corbacho indicó que los primeros datos indicaban que el coste de esta medida iba a incrementar el déficit público, por lo que el Gobierno optó por una posición "más conservadora", sabiendo que por cada mes que se retrasara la retroactividad de la ayuda el coste sería de 100 millones de euros.
"Eso es lo que me llevó a mí a hacer la propuesta del 1 de junio, pero era una propuesta abierta, porque se tiene que convalidar en el Congreso de los Diputados", apuntó el ministro, que añadió que visto el rechazo que manifestaron los sindicatos y algunos partidos políticos, alegando que no era suficiente ese plazo, era "impensable" que no fuera a moverse la propuesta.
Corbacho señaló además que, a pesar del coste de esta ayuda, unos 1.300 millones de euros, el Ministerio de Economía y Hacienda "entiende que no debe poner trabas" a la misma debido a su contenido social. "En absoluto espero que ponga pegas", manifestó el ministro, que indicó que para financiar esta ayuda lo primero que habrá que hacer es ajustar el gasto no productivo, es decir, no inversor.
El titular de Trabajo informó de que hasta el momento 12.000 desempleados han visto reconocida su solicitud para esta ayuda, que, en total, incluyendo a los que se beneficiarán con el retraso del plazo al 1 de enero, se calcula que podría beneficiar a más de 600.000 parados, aunque se trata de cifras máximas que, según el ministro, incluso podrían ser inferiores.
En cualquier caso, Corbacho aseguró que el número de solicitantes de esta ayuda va "in crescendo" y que, por tanto, esa cifra de 12.000 ayudas reconocidas hay que tomarla con "reserva". El ministro subrayó que la ampliación del plazo al 1 de enero debe ponerse en marcha cuanto antes, por lo que instó a los Grupos Parlamentarios a hacer un "sobreesfuerzo" para tramitar "urgentemente" esta norma.
"En el Ministerio ya estamos trabajando para habilitar los mecanismos que sean menester para hacerlo ágil y rápido", dijo Corbacho, que cree que el programa que regula esta ayuda estará vigente hasta que se acabe la destrucción de empleo y se empiecen a crear puestos de trabajo (en cualquier caso, cada desempleado al que se le reconozca esta ayuda sólo podrá cobrarla durante seis meses).
EL PARO SUBIRÁ PERO CON MENOS DUREZA.
Corbacho se refirió también al dato de paro de agosto (subió en 84.985 euros tras tres meses bajando), subrayando que no es un dato positivo, y que es "parecido" al que se esperaba teniendo en cuenta que la media histórica de agosto es una subida media de entre 40.000 y 50.000 desempleados.
"Esperaba un dato parecido al que ha habido. En un contexto de crisis, llegar a 84.000 personas y estar 30.000 personas por encima de la media era lo previsible, aunque no es un dato positivo", apuntó el ministro, que defendió la buena salud de la Seguridad Social, que este año registrará un superávit de entre 3.000 y 5.000 millones de euros.
En cuanto a la evolución del desempleo para los próximos meses, Corbacho reiteró que el desempleo seguirá incrementándose, aunque precisó que el último trimestre del año no será tan "duro" como el de 2008 (más de 500.000 personas se apuntaron a las listas del paro del Inem entre octubre y diciembre).
PIDE REFLEXIÓN PARA RETOMAR EL DIÁLOGO SOCIAL.
Preguntado por la ruptura del diálogo social, Corbacho dijo que quiere "mirar al futuro y no al pasado", por lo que pidió una reflexión global a sindicatos y empresarios. "Tenemos que hacer todos un esfuerzo para conciliar posiciones desde las diferencias, para buscar el mínimo común denominador que nos ayude a salir de la crisis, pero sabiendo que todos tendremos que dejar algo en el camino", aseguró.
El ministro indicó que hay muchas cosas sobre las que Gobierno, empresarios y sindicatos deberían hablar, porque de la crisis, dijo, "no se va a salir sin más".
"Habrá un antes y un después de la crisis y nos debemos preparar para ese futuro diferente, dialogando y concertando. Invito a todos a una reflexión para volver al punto de encuentro con un espíritu de intentar acordar más que de intentar discrepar", agregó Corbacho, que situó la Ley de Economía Sostenible como el primer objetivo sobre el que debatir con los agentes sociales en este nuevo curso.
