MADRID, 30 Abr. (EUROPA PRESS) -
La tasa de incidencia, que mide el número de accidentes laborales por cada 100.000 trabajadores, se redujo un 0,2% en 2018, tras cinco años de aumentos consecutivos, según se desprende de un análisis sobre siniestralidad realizado por Randstad con motivo del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, que se celebró el pasado 28 de abril.
Para Randstad, esta cifra es destacable teniendo en cuenta que el volumen de ocupados creció un 2,7%, hasta los 19,3 millones de trabajadores, un 12,8% desde 2013, año desde el cual la cifra volvió a remontar.
Asimismo, Randstad recuerda que en 2018 se produjeron 520.037 accidentes laborales durante la jornada, siendo el quinto año consecutivo con incrementos de siniestros. Además, esta cifra es un 3,2% superior a la del año pasado, aunque ha caído casi un 44% en comparación con 2007.
El director de relaciones institucionales de Randstad, Luis Pérez, cree que el cambio de tendencia es "especialmente destacable", ya que aunque los accidentes crecen a la par del número de ocupados, las cifras son "muy inferiores" tanto en volumen como en incidencia con respecto a hace diez años.
Para Pérez, esto se puede explicar gracias al cambio de modelo productivo, "en el que hoy la construcción tiene un peso menor y la puesta en marcha y cumplimiento de las medidas de seguridad y prevención".
Por sectores, Randstad ha resaltado que la construcción se ha mantenido como el sector profesional con un mayor índice de accidentes por cada 100.000 empleados, ya que en este sector se registraron 7.739 accidentes en 2018.
Por detrás, le siguen Industria (5.429) y agricultura (5.197). En última posición, se encuentra servicios que registró un total de 2.547 accidentes por cada 100.000 trabajadores.
En términos absolutos, en 2018, en el sector servicios se registraron 307.042 accidentes en jornada laboral; en industria, 110.971; en construcción, 67.297; y en agricultura, 34.727 accidentes.
Teniendo en cuenta las comunidades autónomas, Randstad destaca que Baleares (4.933) y Castilla-La Mancha (4.033) son las comunidades con mayor tasa de incidencia, ambas con una cifra inferior a los 4.000 accidentes por cada 100.000 trabajadores.
Por detrás, le siguen Extremadura (3.776), Andalucía (3.773), Navarra (3.700) y La Rioja (3.581). Por encima de la media nacional (3.326), también se encuentran Canarias (3.490), Murcia (3.387), Galicia (3.374) y Castilla y León (3.351).
No obstante, durante el último año, ocho de las 17 comunidades autónomas registraron descensos en su tasa de incidencia, igual que la media nacional (-0,2%).
País Vasco se situó a la cabeza de las reducciones de este índice, tras registrar una caída del 5,7%. Por detrás, le siguen Canarias (-2,7%), Murcia (-1,9%), La Rioja (-1,8%), Castilla-La Mancha (-1,5%), Galicia y Baleares (-0,7% en ambas) y Andalucía (-0,6%).
