Invita a la CEOE a recuperar la confianza perdida en la negociación de los convenios colectivos pendientes
MADRID, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de CC.OO., Ignacio Fernández Toxo, advirtió hoy al Gobierno de que, una vez rota la actual fase del diálogo social, sería un "error" tomar decisiones "salomónicas" y más aún intentar "atraer el favor de la CEOE haciendo alguna concesión en materia de Seguridad Social", como sería la aprobación de una rebaja de las cotizaciones de las empresas.
En rueda de prensa para presentar un informe sobre la incidencia de las marcas blancas en las relaciones laborales, Toxo explicó que es el momento del que el Ejecutiva "ejerza", ya que el diálogo social "no tiene como función limitar la capacidad legislativa del Gobierno". Si bien, volvió a ofrecer al Ejecutivo sus recetas en la mesa tripartita.
Así, a la espera de que el Consejo de Ministros apruebe el próximo 13 de agosto la ayuda de 420 euros para parados sin prestaciones ni subsidios, insistió en que la idea de que dure sólo 6 meses en lugar de un año sigue resultando "insuficiente" y de "poco recorrido", ya que la crisis durará mucho más tiempo.
Además, Toxo puso sobre la mesa otras dos "claves" frente a la crisis: Impulsar medidas para dinamizar sectores como la construcción o los servicios "sin renunciar al cambio de patrón económico", ante la necesidad de crear empleo a corto plazo, e impulsar la reestructuración del sector financiero, para que vuelva a fluir el crédito.
AÚN ES POSIBLE UN NUEVO ACERCAMIENTO CON LA CEOE.
Por otro lado, Toxo insistió en que "CC.OO. no ha dado por roto el diálogo social", sino que "ha terminado una fase sin acuerdo". Para el secretario general de CC.OO, "el diálogo social es suficientemente importante" como para decir que no puede retomarse dentro la presente legislatura.
Si bien, rechazó que, como pretende la CEOE, se puedan retomar las negociaciones en el mismo punto en el mes de septiembre. "La patronal todavía no ha interiorizado lo que ha hecho esta semana. No es posible retomar en septiembre sobre el mismo escenario de negociación", apostilló.
Más concretamente, el líder de CC.OO. se refirió a la propuesta de la CEOE de permitir el despido libre, que la patronal ha negado. "No sé que es lo que me preocupa más, que intenten engañarnos o que no sepan que estaban planteando el despido libre", indicó antes de poner algunas 'pruebas' sobre la mesa.
Según Toxo, los empresarios han remitido a los Grupos Parlamentarios una hoja de propuestas, que no ha pasado por la mesa del diálogo social, en la que se incluye la posibilidad de despedir con una semana de preaviso y una indemnización de 8 días por año durante los dos primeros años, y en la que el trabajador estaría desprotegido judicialmente salvo, en el caso de las embarazadas o si se vulnerara alguno de los derechos fundamentales. "Si eso no es despido libre que baje Dios y lo vea", añadió.
A su juicio, la CEOE ya no es "de fiar", pero aún tiene una oportunidad para recuperar "la confianza perdida" en la negociación de los alrededor de 3.000 convenios colectivos pendientes. Según Toxo, ni los empresarios ni los sindicatos "pueden escapar" de estas negociaciones, con lo que en este ámbito "se puede hacer una ejercicio de aproximación importante".
EL GOBIERNO NO ES "PRISIONERO" DE LOS SINDICATOS.
Por otro lado, Toxo negó que el Gobierno sea "prisionero" de los sindicatos, ni que éstos tengan capacidad alguna de "veto" sobre sus decisiones, sino que ha sido el "extremismo" de las propuestas de los empresarios la que les ha hecho "confluir" en un frente común frente a la CEOE.
En este sentido, su sindicato "no contempla" un acuerdo bilateral con el Gobierno, y sólo lo ve posible en el ámbito de la negociación colectiva, con la CEOE, o en la mesa general de las administraciones públicas.
Más aún, consideró que "uno de los errores cometidos" en el fallido proceso de diálogo social fue celebrar reuniones a dos bandas con el Gobierno, ya que, a su juicio, dieron lugar a "situaciones equívocas" porque, según insinuó, la CEOE pudo entender que los avances en esos encuentros eran asumidos por el resto de los interlocutores.
Dicho esto, confió en que el Ejecutivo deje hueco a las centrales sindicales para que, a lo largo del mes de agosto, sean partícipes de la elaboración de la Ley de Economía Sostenible, que pondrá las bases del nuevo modelo productivo.
