SANTANDER, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, consideró hoy "una paradoja" que los empresarios planteen ahora recortes o congelaciones salariales y el abaratamiento del despido en tiempos de gran destrucción de empleo", porque de aplicar estas recetas se "agravaría aún más una crisis que necesita de un aumento del empleo y de las rentas para frenar la caída de la demanda".
Ferrer, que hoy participa en Santander en el Consejo Confederal de UGT, máximo órgano consultivo nacional del sindicato, acusó a la patronal de "oportunismo", porque "después de varios años de bonanza económica, con beneficios empresariales superiores en más de 14 puntos a los salarios, en el primer año de crisis ya se apresuran a exigir recortes o congelaciones en los sueldos, y más, cuando los sindicatos llevan tiempo con un comportamiento responsable tendente a la moderación salarial".
En este sentido, recordó que los sindicatos "ya defendieron en 2007 el 2% de incremento salarial con una inflación interanual de más de un 4%", por lo que avisó de que "no aceptarán ahora revisiones a la baja o congelaciones y menos en los convenios colectivos plurianuales, porque ello implicaría un claro incumplimiento legal de lo pactado".
El secretario de Acción Sindical de UGT matizó que "ante la gravedad de la situación económica y la destrucción de empleo", el diálogo social se tiene que centrar ahora en la búsqueda de alternativas y respuestas, además de garantizar la protección por desempleo.
En este sentido, Ferrer recordó las propuestas de UGT para ampliar la cobertura social, en especial las destinadas a los trabajadores sujetos a expedientes de regulación de suspensión de empleo que se queden al final sin empleo, los temporales y la flexibilización general de los requisitos para acceder al subsidio por desempleo.
REACCIÓN INMEDIATA.
El dirigente sindical subrayó que "más que especular sobre el número de parados que habrá en los próximos meses, tenemos que reaccionar de inmediato para frenar esta sangría de pérdida de empleo", tras criticar "muchos expedientes de regulación de empleo y despidos individuales no justificados, que representan más del 90% del total".
Toni Ferrer apeló a la "responsabilidad social de las empresas" y abogó por buscar en el diálogo social "fórmulas para que mejoren su situación aquellas que adquieran un verdadero compromiso" para la creación o mantenimiento del empleo.
