MADRID, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los datos correspondientes a la EPA del primer trimestre aún no reflejan las consecuencias reales del Covid-19 en el mercado de trabajo en España, fundamentalmente porque se refiere a un período en el que mayoritariamente no se había declarado la pandemia, teniendo en cuenta que el inicio oficial de la misma fue el 14 de marzo, por lo que no se habían aplicado las medidas laborales actuales, especialmente los ERTEs, según ha señalado Jordi García Viña, director en el área de Laboral de KPMG Abogados.
En relación con las diferencias con el aumento de 302.265 nuevos parados de marzo, García Viña recuerda que los datos no son comparables "y, además, si los resultados de las EPAs siempre son cuestionables creo que esta aún lo es más, ya que la tasa de paro es prácticamente la misma que el trimestre anterior, 14,1% frente a 13,7%, cuando en el mes de marzo se han resuelto muchos contratos temporales".
García Viña tampoco cree que las personas afectadas por los ERTEs, que no son desempleados a los efectos del SEPE, estén incluidos en el capítulo de desocupados de la EPA.
"A la espera de los datos del segundo trimestre, que sí será un fiel reflejo de estos efectos, es fundamental que las empresas se adelanten, analicen su situación y la del entorno que les rodea y con los medios que tienen a su alcance, especialmente las medidas de flexibilidad laboral, tomen decisiones a medio y largo plazo que les permitan mantener su competitividad y apostar por el empleo", ha recomendado el experto.
