MADRID, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -
La tasa de paro estructural ronda actualmente el 13,9%, según cálculos de Asempleo, que explica que la proximidad de este indicador a la tasa media de paro (15,2% en 2018) podría complicar la entrada al mercado de trabajo de colectivos de difícil inserción y producir a su vez tensiones en la formación de precios y salarios.
Según el 'Avance del Mercado Laboral' que elaboran Asempleo y Analistas Financieros Internacionales (AFI), la tasa de paro estructural aumentó "considerablemente" con el aumento del desempleo en los años de la crisis.
Sin embargo, con la recuperación de la economía ésta empezó a bajar "sin crear tensiones en salarios y contagiando a la inflación". De esta forma, y aunque queda cierto margen de mejora, la economía española se está adentrando en la zona de paro estructural.
La tasa de paro estructural es aquella en la que el mercado de trabajo experimenta una cierta estabilidad, en el sentido de que la evolución de los salarios nominales no altera la inflación.
No obstante, Asempleo y AFI advierten de que existen grandes diferencias entre regiones. Las comunidades en las que más ha bajado el desempleo de larga duración son, en términos generales, las que partían con niveles superiores de paro estructural.
Andalucía y Extremadura presentan tasas de desempleo estructural superiores al 16% (en el caso de Andalucía del 20,7%), mientras que La Rioja, Navarra y Aragón se encuentran por debajo del 10%.
Por su parte, Castilla y León, Cantabria, País Vasco y Cataluña presentan brechas de paro negativas, es decir, que su tasa de paro es inferior a su tasa estructural.
Por el contrario, Castilla-La Mancha y Extremadura destacan por presentar más de cinco puntos positivos entre su tasa registrada y su tasa estructural.
Esta situación, concluyen Asempleo y AFI, podría empezar a reflejarse en comportamientos diferenciales de los salarios por regiones.
El presidente de Asempleo, Andreu Cruañas, ha pedido evitar una "cronificación masiva" del paro estructural recurriendo, entre otras medidas, a las agencias de empleo y ETT por ser las que presentan "los mejores ratios de acceso al mercado de trabajo para colectivos de difícil inserción y que buscan su primer empleo".
También ha abogado por orientar las políticas activas para evitar la desvinculación total de los parados de larga duración del mercado laboral y por dar una mayor facilidad de acceso a la formación de jóvenes que llevan un año buscando empleo.
