MADRID, 3 Ene. (EUROPA PRESS) -
UGT cree que es "prioritario" restablecer el equilibrio en las partes del sistema de relaciones laborales, su plena autonomía y la "fuerza vinculante y el equilibrio" de la negociación colectiva para mejorar la calidad del empleo y combatir la pobreza laboral.
En un comunicado, el sindicato ha recordado que es "insostenible" que se siga manteniendo una situación en la que las relaciones laborales continúen determinadas por la voluntad del empresario.
Para UGT, las últimas reformas laborales han favorecido a los empresarios para que, de forma unilateral, fijasen las condiciones de trabajo, incluidas las salariales, "sin respetar lo pactado en los convenios colectivos".
En primer lugar, el sindicato considera que hay que derogar las reformas laborales de 2010 y 2012 para después negociar un modelo de relaciones laborales "equilibrado, garantista y eficiente", que genere "empleo de calidad y con derechos".
"No es posible mantener un mercado laboral basado en la precariedad laboral, en la temporalidad abusiva y fraudulenta, en el tiempo parcial involuntario, en las horas extras incontroladas y en las distintas formas de trabajo sin una relación laboral", ha subrayado UGT.
El sindicato ha apuntado que la negociación colectiva debe recuperar su papel protagonista en la regulación de las relaciones laborales, con plena autonomía en las partes; decidir cómo se estructura y se vertebra esta, establecer la prevalencia de los convenios colectivos del sector y la ultraactividad sin restricciones.
Además, UGT ha afirmado que los cambios que se han producido respecto a la negociación colectiva han debilitado la fuerza vinculante de los convenios "a favor de la potestad unilateral del empresario".
Por otro lado, UGT cree que a pesar de que España recuperará los niveles de riqueza precios a la crisis en 2017, se necesitarán otros cuatro años más para recuperar los niveles de empleo en términos cuantitativos.
Sin embargo, por las políticas laborales aprobadas durante estos años, el sindicato considera que la calidad del empleo será "mucho peor" en términos cualitativos y que el mercado de trabajo español seguirá siendo "mucho más precario" que antes de la crisis.
Por último, ha alertado del riesgo que supondrá para la sociedad española el inmovilismo político frente a las desigualdades laborales y sociales y las fracturas sociales, que "requieren de políticas específicas urgentes que impidan que se transformen en estructurales".
