Gescartera.- Caja Madrid Bolsa no pidió la autorización de los clientes para gestionar sus fondos

Actualizado: lunes, 29 octubre 2007 20:21


MADRID, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -

El empleado de Caja Madrid Bolsa SVS Antonio Pérez Hernández declaró hoy como testigo en la decimoctava sesión del juicio oral por el 'caso Gescartera', donde explicó que no solicitó la autorización de los clientes para la apertura de cuentas a su nombre cuando Gescartera trasladó su operatividad desde Deutsche Bank a esta entidad en noviembre de 1999.

Pérez Hernández explicó que no solicitó la conformidad de los clientes al considerar que era suficiente con el contrato que les remitió Gescartera y con las firmas que figuraban en dicho contrato.

El testigo fue la persona que en representación de Caja Madrid Bolsa SVS firmó el 10 de noviembre de 1999 el contrato de subcustodia de valores con Gescartera sin exigir poderes específicos de los clientes para la gestión de sus fondos y sin informarles de su existencia, según se pactó y reflejó en el contrato. Caja Madrid Bolsa SVS está personada en la causa como responsable civil subsidiaria junto a 'La Caixa'.

El contrato de subcustodia de valores era incompatible con la regulación de la Orden Ministerial de 7 de octubre de 1999, que exigía el conocimiento y la autorización de cliente para la apertura de cuentas.

Pérez explicó que Gescartera "nunca" tuvo abierta ninguna cuenta global en Caja Madrid Bolsa SVS donde fueran a parar los fondos de los clientes, y que gestionó alrededor de 42.000 operaciones. El testigo explicó que los descubiertos que tenían las subcuentas

de los clientes se "rellenaron" con dinero de Caja Madrid Bolsa SVS, a quien la agencia de valores aún debe 420.700 euros.

Según mantiene la Fiscalía, Gescartera era el único cliente de la entidad. El testigo detalló que durante el tiempo que Gescartera aún era una sociedad de gestión de carteras poseía una cuenta contable de

liquidación, la cuenta global 171500, donde diariamente entraban y salían todas operaciones bursátiles que se realizaban a nombre de los clientes para ser desglosadas y posteriormente asignadas a cada

uno.

Después de su conversión en agencia de valores, en enero de 2001, dicha cuenta pasó a ser una cuenta de "tesorería", donde se volcaron los fondos que poseía la entidad. "El dinero no pudo acabar en la cuenta de Gescartera", afirmó el testigo.

Pérez explicó que los responsables de la agencia de valores le ordenaron no remitir la información sobre sus cuentas directamente a los clientes. Éstos tampoco tenían poderes para ordenar la compra-venta de títulos con sus inversiones. La declaración del testigo continuará mañana en la decimonovena sesión del

juicio.