La actividad manufacturera de la zona euro se ralentiza a mínimos desde 2016 con España e Italia a la cola

Publicado: lunes, 3 septiembre 2018 11:32

MADRID, 3 Sep. (EUROPA PRESS) -

El crecimiento de la actividad fabril de la zona euro se moderó durante el pasado mes de agosto como consecuencia de la desaceleración de la demanda y la ralentización de las exportaciones en un contexto de incertidumbre marcado por las tensiones comerciales y el 'Brexit', según refleja el índice PMI del sector manufacturero, que se situó en 54,6 puntos desde los 55,1 del mes anterior, su peor lectura desde noviembre de 2016, con España e Italia como las dos economías con peor evolución.

A pesar de la pérdida de impulso en agosto, la actividad del sector manufacturero de la eurozona siguió en territorio expansivo y acumula 62 meses consecutivos de crecimiento, aunque la lectura de agosto se sitúa seis puntos por debajo del máximo histórico registrado en diciembre de 2017.

Una lectura del índice PMI superior a 50 puntos implica expansión de la actividad, mientras que un resultado inferior a este umbral implica contracción.

Los autores de la encuesta señalaron una "divergencia notable" entre los sectores manufactureros más fuertes y los más débiles, con Países Bajos (59,1 puntos) e Irlanda (57,5) liderando el alza y acelerando sus respectivos ritmos de crecimiento, mientras que Austria (56,4) y Alemania (55,9) siguieron disfrutando de ritmos de expansión robustos.

Por su parte, Grecia (53,9), Francia (53,5) y España (53) registraron un crecimiento sólido de la actividad. En contraste, en Italia se registró la peor lectura del índice PMI manufacturero de los últimos dos años, con 50,1 puntos, frente a los 51,5 de julio.

"La desaceleración de la demanda en comparación con el creciente ritmo de expansión observado a principios de año está siendo impulsada
principalmente por los nuevos pedidos para exportaciones, que aumentaron al ritmo más lento en casi dos años", declaró Chris Williamson, economista jefe de IHS Markit, añadiendo que esta ralentización de las exportaciones se puede atribuir en parte a la apreciación del euro desde comienzos de año, aunque las empresas están informando de indicios de enfriamiento de la demanda, mientras que se intensifica la aversión al riesgo.

"Las preocupaciones sobre las guerras comerciales y el impacto perjudicial de los aranceles, así como el 'Brexit' y otras inquietudes políticas, contribuyeron a una moderación del optimismo empresarial para los próximos doce meses", añadió el experto, señalando que las expectativas empresariales fueron las segundas más bajas desde noviembre de 2015.

ITALIA SE ASOMA AL ESTANCAMIENTO.

La lectura de actividad manufacturera de Italia correspondiente al mes de agosto, cuando el índice PMI del sector bajó a 50,1 puntos desde los 51,5 de julio, marcando así su nivel más bajo en dos años, hace prever que la industria podría llegar a tener una contribución negativa en los datos del PIB del tercer trimestre.

De hecho, la lectura del índice PMI manufacturero de agosto en Italia corresponde a una situación de "casi estancamiento" de la actividad como consecuencia del debilitamiento del mercado doméstico, lo que provocó la primera caída de los nuevos pedidos en dos años y una ligera bajada de la producción fabril, rompiendo así una racha de 43 meses consecutivos de expansión.

"A los niveles actuales, el dato del PMI sugiere que la industria bien podría tener una contribución negativa al conjunto del PIB en el tercer trimestre", señaló Paul Smith, economista de IHS Markit, advirtiendo de que, si no se produce un repunte de la demanda, externa o doméstica, el sector podría entrar en recesión técnica durante la segunda mitad de 2018.