Cataluña acusará la incertidumbre política y crecerá un 2,1% en 2018 y un 2% en 2019, según BBVA Research

Miguel Cardoso, economista jefe para España y Portugal de BBVA Research
EUROPA PRESS
Publicado: lunes, 12 febrero 2018 17:40


El crecimiento se verá ralentizado por el contexto político y al estancarse el turismo y la demanda interna

BARCELONA, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -

La economía catalana se prevé que crezca el 2,1% durante este 2018 y el 2% en 2019, según un informe presentado este lunes en rueda de prensa por BBVA Research con el economista jefe de la entidad para España, Miguel Cardoso.

El economista ha señalado que, tras un crecimiento del 3% en 2017, el PIB catalán se desacelerá durante este año por la incertidumbre que resulta del contexto político --aunque considera que éste será limitado-- y el estancamiento de la demanda interna y del turismo, tras los atentados de agosto en Cataluña.

El informe considera que el crecimiento previsto para 2018 y 2019 permitirá crear 136.000 empleos y que la tasa de paro se reducirá hasta el 9,6% a finales del próximo año, lo que "reafirmará" seis años de expansión económica en Cataluña si se cumplen las expectativas.

BBVA Research calcula también que la tasa de paro en Cataluña se sitúe en promedio en el 11,8% este año y del 10,5% en 2019.

EFECTO NEGATIVO PERO LIMITADO

El estudio sostiene que la incertidumbre política catalana producida a partir del cuarto trimestre del año pasado ha tenido un impacto negativo sobre el consumo, pero que éste ha sido limitado en el tiempo.

Así, se prevé un crecimiento del PIB del 0,5% en Cataluña para el primer trimestre de 2018, aunque Cardoso ha explicado que la información disponible apunta a que acabe siendo del 0,7%, puesto que, aunque la incertidumbre política se mantiene elevada, está lejos del máximo alcanzado en octubre y se espera que vaya disminuyendo y se vaya teniendo "más certidumbre sobre las políticas que se van a implementar".

Por eso el economista jefe ha remarcado que, si se mantiene el impacto leve sobre el empleo registrado hasta el momento y el buen comportamiento de las exportaciones, el crecimiento podría ser hasta mayor y, con un sesgo al alza, situarse dos décimas por encima del previsto.

"Si se mantienen las tendencias en la creación del empleo, el crecimiento será superior al 2,1%", ha defendido Cardoso.

No obstante, el economista jefe ha razonado que el PIB catalán se puede desviar negativamente hasta el 1% en 2018 como respuesta a los choques de incertidumbre en la política económica y hasta el 0,4% en 2019, mientras que en España se situará alrededor del -0,2% en 2018 y en 2019.

IMPACTO SOBRE EL TURISMO

Los atentados de agosto han impactado sobre las cifras del sector turístico, lo que ha hecho, por ejemplo, que el gasto en la provincia de Barcelona se redujera el 4,3% durante el mes siguiente y que las pernoctaciones de extranjeros se lleguen a reducir hasta el 2% durante este año.

Sin embargo, el informe de BBVA Research también ha limitado el impacto de estos ataques, tanto en intensidad como temporalmente, aunque defiende que a medio plazo los posible efectos son más inciertos.

OTROS FACTORES

Tras el agotamiento de "vientos de cola" como la reducción de los tipos de interés y la bajada del precio del petróleo, y de la demanda embalsamada durante la crisis, Cardoso ha puntualizado que el estancamiento de la demanda interna también ha contribuido ha ralentizar las expectativas de crecimiento del PIB catalán.

Asimismo, el estudio remarca que el sector turístico catalán ha afrontado ciertos factores estructurales que han frenado su expansión, como el agotamiento de su capacidad de crecimiento, sobre todo, a partir del segundo trimestre de 2017.

Los desequilibrios internos de la economía catalana, como una tasa de paro y una temporalidad elevada, y la precariedad laboral han sido expuestos por Cardoso como elementos que pueden desvirtuar el crecimiento del PIB y, por eso, ha reivindicado que es necesario "continuar avanzando" para reducirlos.

El economista jefe ha recordado que la corrección de estos factores permitirán fortalecer la recuperación económica catalana, que ya se ve favorecida por un entorno externo favorable, con precios del petróleo y tipos de cambio aún bajos, el impulso europeo para el crecimiento y su política monetaria expansiva.

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