Crónica Cumbre UE.- Los líderes europeos piden a la CE medidas fiscales para suavizar la subida de los carburantes

Actualizado: viernes, 20 junio 2008 22:05

Durao Barroso insiste en que es necesario realizar ajustes estructurales para reducir la dependencia energética de Europa


BRUSELAS, 20 Jun. (EUROPA PRESS) -

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea pidieron hoy a la Comisión, en cooperación junto con la presidencia francesa, que estudie la posibilidad de aplicar medidas fiscales para suavizar la subida de los precios del petróleo, según se recoge en las conclusiones de la cumbre que finalizó este viernes. Los Veintisiete se plegaron así a las exigencias del presidente francés, Nicolas Sarkozy, que había reclamado que se limite el IVA sobre los carburantes para contrarrestar el alza de precios.

"El Consejo Europeo invita a la futura presidencia francesa junto con la Comisión a que estudie la viabilidad de medidas para suavizar las repercusiones de los rápidos aumentos de los precios del petróleo y a que le informe antes del Consejo Europeo de octubre", señalan las conclusiones aprobadas por los Veintisiete.

El presidente francés explicó que estas medidas incluyen tanto la propuesta de limitar el IVA como la iniciativa promovida por Italia de crear una "tasa Robin Hood" que grave los beneficios extraordinarios de las petroleras. "Francia propone limitar la tasa de IVA a partir de un cierto precio del barril del petróleo. Por ejemplo, a partir de un barril a 150 dólares, el IVA seguiría calculándose sobre un precio de 130. No digo que sea la única solución, no digo que sea la mejor, solo digo que me parece adaptada puesto que el IVA es un impuesto proporcional al precio", dijo Sarkozy.

"La Comisión ha reconocido que esta idea merecía ser estudiada, y lo hará en el curso de las próximas semanas, y examinaremos en el curso del segundo semestre el fruto de estas reflexiones y sus eventuales propuestas", agregó. Reconoció que Alemania sigue oponiéndose de plano a esta iniciativa y que no está claro que vaya a salir adelante, pero defendió que la UE tiene la obligación de proteger a los ciudadanos con medidas como esta.

Hasta ahora, tanto la Comisión como los ministros de Economía de los 27 se habían opuesto a tomar medidas fiscales en respuesta a la escalada de precios. Argumentaban que cualquier iniciativa de este tipo retrasará el ajuste necesario para adaptarse a la nueva era de precios altos y para reducir el consumo y sólo beneficiará a los países productores.

Pero finalmente se han impuesto las tesis de Sarkozy, al menos de momento. Cualquier propuesta en materia de fiscalidad debe aprobarse por unanimidad de los Estados miembros, lo cual hace difícil que puedan prosperar estas medidas. El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, dijo que acepta trabajar con la presidencia francesa pero dejó claro que el Ejecutivo comunitario presentará sus propuestas finales con "plena independencia".

"Había diferencias entre los Estados miembros. Algunos estaban claramente a favor de una reducción del IVA y otros se oponían enérgicamente. Precisamente por esto, la Comisión quería que la presidencia estuviera asociada a este ejercicio, porque no era nuestra propuesta inicial", detalló el presidente de la Comisión.

Por su parte, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, precisó que, si bien él mismo piensa que la propuesta de Sarkozy "en si misma" no va a producir los efectos deseados, matizó que "no se debe tener una posición cerrada ni dogmática ni en una dirección ni en otra", sino "atender a las circunstancias" y alcanzar medidas comunes, para lo que confió en los trabajos de la Comisión Europea.

En cualquier caso, las conclusiones de la cumbre insisten en que "deben evitarse las intervenciones políticas distorsionadoras, sean fiscales o de otro tipo, en la medida en que impiden un ajuste necesario por parte de los agentes económicos".

AYUDAS A LOS MÁS POBRES

Los líderes europeos pidieron además que se estudien medidas "para atenuar las consecuencias de los altos precios del petróleo en los sectores más pobres de la población", aunque precisaron que "dichas medidas deben estar claramente dirigidas a ellos y aplicarse en el corto plazo". Asimismo, se felicitaron por el paquete de emergencia presentado el pasado miércoles por la Comisión para ayudar al sector pesquero, cuya principal novedad es que se autorizarían ayudas de hasta 100.000 euros por empresa (en lugar de las 30.000 actuales).

Los Veintisiete respaldaron además el propósito del Ejecutivo comunitario de presentar propuestas para aumentar la transparencia de las reservas petroleras y abogaron por reforzar el diálogo con los países productores. En este sentido, celebraron la decisión de Arabia Saudí de convocar una reunión entre países productores y consumidores de crudo en Jeddah el próximo 22 de junio.

A iniciativa de Zapatero, se reclamó también a la Comisión que dialogue con las compañías petroleras para abordar las "causas y establecer posibles iniciativas" ante la escalada de los precios del petróleo.

El presidente del Gobierno celebró, por otra parte, que el Consejo Europeo haya ratificado en sus conclusiones la necesidad de "ahorrar energía" y "acelerar las medidas de apoyo a familias e industrias en favor de las energías renovables". En este sentido, consideró que "la medida más eficaz" frente al alza del precio del petróleo sería ser "capaces de reducir la demanda".

En la misma línea se expresó el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, que dijo que no hay una "solución rápida" a la subida de los precios del petróleo, sino que se trata de un "problema estructural que necesita una respuesta estructural". Barroso abogó también por "reducir la dependencia" energética de la UE aprobando lo antes posible las propuestas de Bruselas para aumentar la eficiencia energética, reducir las emisiones de efecto invernadero e incrementar la cuota de renovables.

En cuanto a los precios de los alimentos, el presidente del Ejecutivo comunitario anunció la creación de un nuevo fondo para ayudar a potenciar el sector agrícola en los países en vías de desarrollo, cuya dotación no se precisó; el aumento de la ayuda alimentaria de la UE para los hogares europeos más pobres; y una mayor vigilancia del funcionamiento de la competencia en el sector minorista y de la transparencia de los precios.