El EBRD advierte del "alto grado de incertidumbre" que rodea las perspectivas de crecimiento en Europa

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EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 6 abril 2016 13:30


MADRID, 6 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (EBRD) advierte de que un "alto grado de incertidumbre rodea las perspectivas de crecimiento en Europa, en especial en la región del Mediterráneo Sur y Oriental, por la situación geopolítica y económica en Ucrania, Siria y Grecia.

Así lo señala la institución en el informe 'Transition Report: Rebalancing Finance', presentado este miércoles por el director de Investigación del EBRD, Ralph de Haas; el economista jefe del Grupo BBVA y director de BBVA Research, Jorge Sicilia; y el economista jefe de Análisis Transversal para Economías Emergentes del BBVA, Álvaro Ortiz.

El EBRD advierte en su informe de "alto grado de incertidumbre" que rodea a las perspectivas de crecimiento, y se refiere a los riesgos geopolíticos relacionados con la situación en Ucrania, cuya posible escalada de conflictos "tendrían efectos significativos secundarios negativos para la región en su conjunto".

Asimismo, señala que el conflicto en Siria y la amenaza que representa Estado islámico y otros grupos también son "fuentes importantes de riesgo para la región", en particular para las economías de la región del Mediterráneo Sur y Oriental, y Turquía, a través de su impacto en los flujos de comercio, inversión, turismo y migración.

De igual forma, alerta de que, si la política monetaria en los Estados Unidos "se aprieta con más fuerza de lo esperado", podría dar lugar a un fuerte aumento en los costes de financiación externos y grandes salidas de capital de los mercados emergentes, incluyendo la llamada "región de transición" (Mediterráneo Sur y Oriental).

La persistencia de la incertidumbre que rodea la situación en Grecia es otra "fuente importante de riesgo", apunta el EBRD, que señala que un deterioro de las perspectivas económicas para la zona euro podría aumentar la retirada de fondos por parte de los bancos matrices europeos que operan en la región y "exacerbar la contracción del crédito, la restricción de la inversión y el consumo".

Por otra parte, un potencial nuevo descenso de los precios del petróleo podría aumentar la presión sobre la economía rusa, lo que a su juicio podría conllevar efectos indirectos negativos para las economías de Asia Central y para el centro y el este europeo.

En esta línea, el economista jefe de Análisis Transversal para Economías Emergentes del BBVA, Álvaro Ortiz, ha señalado que la incertidumbre política tendrá un "efecto" en el crecimiento de la economía, si bien ha valorado el crecimiento del 4% de la resiliencia a pesar de haber un escenario geopolítico "complejo".

PERSPECTIVAS PARA LA "REGIÓN DE TRANSICIÓN".

En materia económica, De Haas ha señalado que el modelo de financiación anterior a la crisis ha demostrado que "no es sostenible", por lo que ha abogado por trabajar para potenciar el "requilibrio significativo" en curso, que apoyará el crecimiento futuro de la inversión.

No obstante, ha subrayado la necesidad de hacer frente a la deuda de divisas y los créditos fallidos y aprovechar las "oportunidades", que a su juicio pasan por una mayor financiación de las pymes. También ha apuntado que será necesario recuperar los niveles de inversión, con unos 75.000 millones de dólares (66.000 millones de euros) al año, tras haber caído "demasiado" durante la crisis.

Por su parte, Ortiz ha apuntado que el exceso de crédito "por lo general conduce a un problema", ya que, además, combinado con la "dolarización" de pasivos supone un "cóctel explosivo".

En cuanto a las previsiones, De Haas ha señalado que el EBRD espera que la tasa de crecimiento anual en la región de transición caiga desde el 1,9% de 2014 al 0,2% en 2015, antes de volver a crecer moderadamente hasta el 1,6% este año. Según la institución europea, este "debilitamiento" del crecimiento económico refleja el impacto que la disminución de los precios del petróleo ha tenido en los países exportadores de materias primas (que representan un gran porcentaje del PIB de la región, alrededor del 40%, en comparación con un promedio de alrededor del 20% en los mercados emergentes a nivel mundial, y alrededor del 10% en todas las economías en todo el mundo), así como en los países con fuertes lazos económicos con Rusia.

No obstante, matiza que la relajación cuantitativa en la zona euro, el euro y la disminución de los precios del petróleo están todos beneficiando economías de la región CEB (Centro Europa y países bálticos), por lo que espera que un crecimiento en la región CEB de alrededor del 3% en 2015 y 2016. A su vez, estima que el crecimiento en la mayor parte de la región de Europa Sudoriental se fortalezca en 2015 y mejorar "aún más" en 2016.

Sin embargo, las perspectivas de Grecia siguen siendo "muy inciertas", ya que depende en gran medida de "un compromiso con la aplicación de las reformas acordadas en el marco de un nuevo programa de rescate y la respuesta de la actividad económica de esas reformas".

En cualquier caso, avisa de que "el panorama general de la región CEE (Europa Central y Europa del Este) y Asia Central se ha "agravado" debido a los efectos secundarios negativos de la recesión en Rusia y la depreciación de su moneda, si bien prevé que la economía ucraniana vuelva al crecimiento en 2016 después de una "profunda recesión" en 2015.

PROGRESO "VISIBLE" EN EL SECTOR FINANCIERO DE LA REGIÓN.

Respecto al sector financiero, el EBRD apunta que los sectores financieros de muchos países todavía están sintiendo el impacto de las diversas crisis que han afectado a la región en los últimos años y están "luchando para lidiar con el legado y las nuevas carteras de préstamos para morosos". Sin embargo, constata que el año pasado se produjo un "progreso visible" en esta zona, con los esfuerzos para sanear los sistemas bancarios y fortalecer su resistencia ante nuevas crisis.

El país que ha logrado los mayores avances es Ucrania, que, desde 2014, ha visto el cierre de más de 50 bancos que se caracterizaron por una "propiedad no transparente, préstamos excesivos y una débil gestión y gobierno corporativo".

En otros países, añade el EBRD, las principales reformas están en marcha tanto en Chipre, donde la nueva legislación sobre insolvencia y la exclusión "debe ayudar a hacer frente a graves problemas de morosidad del país", y Eslovenia, donde se están tomando medidas para consolidar el sector bancario y prepararse para la privatización.