(Amp.) Economía asegura que el acuerdo con EE.UU. no provocará desregulación y excluirá los servicios públicos

Jaime García-Legaz en el Congreso
EUROPA PRESS/CONGRESO
Actualizado: jueves, 9 julio 2015 4:43


MADRID, 9 Jul. (EUROPA PRESS) -

El secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, ha asegurado este miércoles que el acuerdo de comercio que la Unión Europea está negociando con Estados Unidos --TTIP, por sus siglas en inglés-- no provocará en ningún caso una desregulación, y que dejará fuera materias particularmente sensibles como los servicios públicos o la normativa de los organismos genéticamente modificados.

García-Legaz ha comparecido ante la Comisión de Economía del Congreso para dar cuenta de la evolución de las negociaciones, que comenzaron en junio de 2013, y de sus principales contenidos, incluyendo los más polémicos como la protección a los consumidores, la regulación social, laboral y medioambiental; o la normativa de protección a los inversores.

Así, el secretario de Estado ha afirmado que el objetivo del acuerdo "no es desregular, sino aproximar las regulaciones" de ambos bloques regionales, por lo que "no reducirá los estándares" europeos en materia laboral o de protección del medio ambiente, ni tampoco "contendrá disposiciones que pongan en entredicho la capacidad de la UE de regular esos aspectos".

En concreto, sobre los estándares laborales, ha insistido en que "no están sobre la mesa y no se va a negociar sobre ello" por mucho que los "prejuicios ideológicos" planteen suspicacias al respecto. Lo único que sí habrá de contemplarse en el TTIP es la normativa que ampare a los trabajadores que se desplacen de una zona a otra para prestar servicios, en ámbitos como el de las capacitaciones o titulaciones personales. "Pero en ningún caso hablamos de desregulación, desprotección o eliminación de garantías a los trabajadores", ha reiterado.

SE PERMITIRÁN CIERTOS MONOPOLIOS

"Quisiera lanzar un mensaje tranquilizador, porque la UE no va a adoptar compromisos sobre servicios públicos esenciales. En particular, existen reservas especiales en materia de salud, educación y agua, y el TTIP ofrecerá varias garantías sobre estos sectores. Particularmente, se permitirá mantener monopolios y derechos exclusivos sobre los servicios públicos esenciales, y se respetará en todo momento la legislación española y europea", ha afirmado, reiterando que "el diseño de la estructura jurídica de los servicios públicos no está en negociación".

En el mismo sentido, ha precisado que la legislación de los transgénicos, sobre la que Estados Unidos tiene especial interés, "no será objeto de negociación", al considerar la Comisión Europea (CE) que la normativa comunitaria "está ampliamente basada en evidencias científicas".

Además, los estados miembros de la UE también mantendrán su capacidad de desarrollar políticas de promoción de la diversidad cultural, se dará un "tratamiento específico" al sector audiovisual, que también está fuera del perímetro de las negociaciones y se protegerán "de forma tajante" las denominaciones de origen y los derechos privados que de ellas se derivan.

Por otra parte, el secretario ha apuntado que "aún requiere debate y negociación" el tratamiento de los datos personales, asunto sobre el que se generó mucha polémica a raíz del caso de los espionajes en Estados Unidos. "Se está negociando un acuerdo paraguas que ampare el intercambio de datos en el ámbito de Justicia e Interior, pero la Comisión tiene muy claro que hay que preservar las políticas de protección de datos personales europeas", ha añadido.

PROTECCIONES AL INVERSOR

El último aspecto que ha generado suspicacias es la posibilidad de introducir en el acuerdo un mecanismo de solución de diferencias inversor-Estado, que Legaz ha defendido porque "no socavará el derecho de los gobiernos a regular" ni provocará un 'dumping regulatorio' para atraer inversiones. Además, ha recordado que España ha incluido esta herramienta en 72 acuerdos bilaterales que ha firmado en los últimos años, lo que ha protegido los intereses de los inversores, por ejemplo, en YPF tras la expropiación por Argentina.

"Si queremos que la inversión (entre Estados Unidos y la UE) se potencie aún más habrá que incluir disposiciones jurídicas que aporten la misma seguridad que a los inversores españoles les gusta tener en terceros países", considera, y recuerda que está abierto un periodo de consulta pública en el que se pueden hacer llegar valoraciones a la Comisión.

GRAN POTENCIAL DE CRECIMIENTO

García-Legaz, que ha comenzado su intervención recordando las importantes relaciones económicas y comerciales que unen ya a Europa y Estados Unidos, ha subrayado que el "liderazgo comercial mundial" se está moviendo a otros lugares del planeta, lo que explica que éste sea el "acuerdo comercial más importante de la Historia de Europa" y que pueda llegar a "cambiar las reglas del comercio mundial".

Por eso, y porque las negociaciones multilaterales en la Organización Mundial del Comercio (OMC) no están avanzando "al ritmo deseado", el Gobierno considera de la "máxima prioridad" impulsar este acuerdo, que además permitirá conjurar el peligro de que Asia ocupe amplias cotas del mercado americano en detrimento de las empresas europeas, sobre todo de las pymes.

"Tengo la convicción de que este acuerdo ofrecerá enormes oportunidades a ambas orillas del Atlántico. La apertura al comercio y a la inversión son las mejores fuentes de crecimiento y empleo, y el TTIP contribuirá a que la UE y España crezcan y generen empleo. Pero su puesta en marcha también traerá beneficios al resto de la economía mundial", ha insistido el secretario de Estado.

Por eso, aunque las negociaciones vayan a ser "difíciles", confía en que finalmente se aprovechará la "oportunidad" histórica que se les plantea a Europa y Estados Unidos, y que aportará "efectos muy positivos" sobre la creación de empleo, el PIB y la renta per cápita, pero que también permitirá que los valores occidentales de "primacía del derecho, respeto a la legalidad, apertura económica y protección de los consumidores y de los derechos laborales" prevalezcan.

En concreto, considera que los grandes beneficiados del acuerdo serían el sector agroalimentario --sobre todo el aceite de oliva, los productos cárnicos, los vinos, y las conservas vegetales y de pesca--, el textil, el calzado, los azulejos, los juguetes, el material rodante, las renovables, el automóvil los equipos médicos o las grandes ingenierías, entre otros.

CONTENIDOS DEL ACUERDO

García Legaz ha defendido también que las negociaciones se están llevando a cabo con "una transparencia impecable" y gran nivel de participación ciudadana dentro del "margen de confidencialidad" que es necesario, y ha mostrado su disposición tanto a mantener informado al Congreso como a eliminar dudas sobre el acuerdo publicando el mandato de negociación dado a la Comisión para "demostrar que no hay nada que ocultar", algo que no es posible por la negativa de algunos estados miembros.

A renglón seguido, el responsable de Comercio ha indicado que el objetivo último del TTIP es "eliminar todas las barreras que impiden la integración económica y comercial plena", removiendo tanto los aranceles tradicionales como los obstáculos regulatorios "en todos los campos" y, particularmente, en relación con los aranceles sobre bienes, servicios, inversiones y compras públicas; la integración regulatoria en temas sanitarios, fitosanitarios o sectores específicos; y acordar reglas sobre materias como la propiedad intelectual, la energía, las materias primas, la sostenibilidad, las pymes o el comercio.

"Éste debería ser un proyecto de Estado donde fuéramos capaces de forjar una opinión común con el Gobierno", ha concluido el responsable de Comercio, recordando que también la entrada de España en la UE provocaba el miedo al colapso de ciertos sectores productivos por no poder competir, algo que finalmente no ha sucedido sino todo lo contrario.

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