MADRID, 24 Jun. (EUROPA PRESS) -
El subgobernador del Banco de España y presidente del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), Fernando Restoy, cree que el Gobierno y el Parlamento deberían distinguir entre las actividades de resolución y las de supervisión de las entidades financieras cuando acometan el proceso de adaptación de la normativa española al nuevo sistema de supervisión bancaria única europea.
Durante su comparecencia ante la Comisión de Economía del Congreso, Restoy ha señalado que la nueva normativa europea de resolución de entidades financieras supone una "importante cesión de soberanía" de los estados miembros, que "favorecerá la homogeneidad entre jurisdiscciones del tratamiento de los distintos tipos de pasivos bancarios".
"Ello contribuirá de manera apreciable a restaurar la integración de los mercados financieros en Europa y a desactivar los vínculos entre el riesgo financiero y el soberano, al tiempo que reduce el coste previsible que los rescates bancarios tendrán en el futuro para los contribuyentes", ha dicho, tras reconocer que hasta ahora los ciudadanos europeos han debido hacer frente a una "abultada factura" por la crisis financiera.
AJUSTES NACIONALES.
Sin embargo, la implementación de la normativa europea también conllevará "algunos ajustes en la organización de las actividades de resolución a nivel nacional", que en el caso de España afectará tanto al FROB como al Banco de España, que son los encargados de determinar la no viabilidad de las instituciones y de preparar, aprobar, ejecutar y seguir los planes.
Una función que el Fondo compatibiliza con la actividad de gestión de la participación del Estado en las entidades que han recibido apoyo público, incluyendo la estrategia de desinversión, unas funciones que "no se verán afectadas por la nueva normativa europea de resolución y que debe continuar desarrollándose con la involucración directa de las autoridades gubernamentales" a juicio de Restoy.
En este sentido, el subgobernador ha señalado que la mayor parte de países europeos están adaptándose al nuevo marco legal comunitario situando las actividades de resolución en una unidad independiente "dentro del ámbito del supervisor bancario" pero con una organización funcional y un sistema de toma de decisiones que "aseguren una separación suficiente entre la función de resolución y la de la supervisión regular de las entidades".
"En el Banco de España entendemos que sería aconsejable que el modelo que se adopte distinga las actividades de resolución de las de gestión de la propiedad pública de entidades bancarias. Para el primer tipo de funciones, debería buscarse un equilibrio razonable entre la necesidad de separar funcionalmente la resolución de la supervisión y la conveniencia de aprovechar las sinergias existentes entre ambas actividades, asegurándose una asignación de los recursos disponibles que se pueda acomodar de modo flexible a las necesidades variantes en el tiempo que típicamente tiene la resolución de entidades no viables"
No obstante, la definición del modelo "más adecuado" para el caso español recae en el Gobierno y en el Parlamento, ha zanjado Fernando Restoy.
