Economía.- Brown pide un "pacto global" ante la crisis y tilda de "cotilleo" la opción de irse como regulador mundial

Actualizado: miércoles, 18 febrero 2009 18:43

Prevé contactar con líderes europeos, entre ellos Zapatero, para diseñar estímulos económicos y fiscales antes de la reunión del G-20


LONDRES, 18 Feb. (EUROPA PRESS) -

El primer ministro británico, Gordon Brown, apeló hoy a los líderes internacionales a cerrar un "pacto global" contra la crisis aprovechando la cumbre del G-20 del próximo 2 de abril en Londres y limitó a la categoría de "cotilleos" las especulaciones que apuntan a que podría dejar Downing Street para asumir un rol de nueva creación como regulador financiero internacional.

En la rueda de prensa mensual que ofrece en la residencia oficial, Brown consideró "esencial" la cooperación integral en la reforma del sistema bancario y en la adopción de estímulos fiscales, una de las apuestas prioritarias de Londres contra la crisis y que ha llevado aparejadas, entre otras medidas, la rebaja del IVA hasta el mínimo del 15 por ciento aceptado en la Unión Europea. "Mucha gente que mira a Reino Unido dice que hemos liderado las medidas para prevenir un colapso global", destacó.

Por ello, se mostró convencido de que la cita del próximo 2 de abril, que sucede a la convocada en noviembre en Washington por el por entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush, deberá fructificar en un "acuerdo global" que permita superar lo antes posible la recesión en la que han entrado las principales potencias y recuperar la normalidad en la actividad bancaria.

Un objetivo preparado por su gabinete con instrumentos como el programa 'El camino a la cumbre de Londres', que servirá como agenda para sus asistentes, y un amplio número de contactos con líderes internacionales, entre los que citó al presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, cuya presencia en la reunión fue confirmada por el ministro de Economía, Pedro Solbes, el pasado 5 de febrero en una entrevista con su homólogo británico, Alistair Darling.

Brown confió en que el conjunto de contactos que ya ha iniciado como anfitrión de la cumbre permitan "crear en el futuro un acuerdo global, un gran pacto, por el que cada continente acepte sus responsabilidades y obligaciones para actuar y hacer frente a lo que es un problema global que sólo podrá ser resuelto con soluciones globales". Sin embargo, este cometido debe ser coordinado, puesto que "de ninguna manera hay posibilidad de un trabajo con el nombre de Regulador Financiero Internacional" como con el que se ha venido especulando.

REUNIONES

De esta forma, el mandatario de Reino Unido retomó su argumento de cabecera sobre la naturaleza planetaria de la crisis, que hoy mismo evaluó con la cúpula del Fondo Monetario Internacional (FMI), encabezada por su director gerente, Dominique Strauss-Kahn, y del Banco Mundial, representado por su presidente, Robert Zoellick, en un encuentro al que seguirán las entrevistas con dirigentes europeos, mañana mismo con el italiano, Silvio Berlusconi.

Con ellas, Brown espera empezar a definir antes del 2 de abril un paquete de estímulos económicos del que "cada parte del mundo deberá participar", siguiendo la senda de Estados Unidos, que según recordó "acaba de anunciar el mayor conjunto de medidas fiscales y monetarias en la historiadel país". "Es necesario apoyar la economía con las inversiones, bajar los intereses lo máximo posible", añadió.

Al respecto, reconoció que el punto fundamental de la cumbre del G-20 se centrará, precisamente, "en cómo todos los países pueden ponerse de acuerdo en esto" y asumió que "algunos tendrán que hacer más con los tipos, otros con los estímulos fiscales", una referencia dirigida a la canciller alemana, Angela Merkel, una de las más reacias, pero que, en definitiva, se reduce a que "el sentido del G-20 es que el mundo debe adoptar acciones para hacer frente a un problema global".

Una solución que exige "transformar" la regulación del sistema bancario a partir de la introducción de nuevos mecanismos de control que eviten reeditar episodios como el que ha acabado conduciendo al práctico colapso del sistema. "Las viejas ortodoxias no nos servirán en el futuro, tenemos que pensar en lo antes impensable, tenemos que hacer lo que antes era irrealizable", aseveró.

DESCARTE DEL REGULADOR FINANCIERO MUNDIAL

No obstante, este reto no pasa por la creación de un "regulador financiero internacional" con el que se ha venido especulando en los últimos días y para el que se ha apuntado su nombre, debido al papel ejercido durante una crisis que bajo el consenso internacional ha sido calificada como sin precedentes.

Según él, "de ninguna manera hay posibilidad de un trabajo con el nombre de Regulador Financiero Internacional" y confirmó que su intención es "continuar con el trabajo que se está haciendo". "Mi prioridad es ayudar a la gente de este país", sentenció, para aseverar a continuación que "cualquier otro cotilleo no importa".

El posicionamiento de Brown sucede a una cadena de especulaciones bajo la cual, en primer lugar, miembros del Partido Laborista encabezados por la propia número dos, Harriet Harman, estarían tratando de provocar su salida tras la tentativa fracasada del pasado verano; mientras que, paralelamente, líderes internacionales como Merkel tendrían interés en que se pusiera al frente de un nuevo organismo internacional, según informó el diario 'The Guardian'.

Los movimientos de Harman han sido difundidos por varias cabeceras británicas que se remiten al malestar que esta estrategia está creando entre los laboristas, quienes acusan a la número dos de "envenenar" el ambiente para hacerse con el puesto de Brown en un eventual abandono del poder. Según el 'Daily Telegraph', estaría dispuesta incluso a restar protagonismo a la cumbre del G-20 con la promoción de una conferencia internacional de mujeres en las mismas fechas, mientras que un ministro reconoció a 'The Independent' la "necesidad de que refrene sus impulsos".