Economía.- Felipe González subraya que "no hay tiempo que perder" para capitalizar el sistema financiero español

Actualizado: jueves, 12 marzo 2009 22:52

SEVILLA, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -

El ex presidente del Gobierno Felipe González subrayó hoy que "no hay tiempo que perder" para capitalizar el sistema financiero español ante el "grave riesgo" existente para las economías que no se reestructuren frente a las ayudas públicas que están recibiendo los bancos de todo el mundo.

En su intervención en las jornadas 'Respuestas ante la crisis', organizadas por la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) y celebradas en Sevilla, González expuso que España, que tiene un "menor grado" de crisis financiera con un sistema "más sano", no sentirá la obligación de reestructurar sus sistema por la crisis, por lo que sus bancos serán "más pesados, menos ágiles y menos capitalizados que los externos" a largo plazo, ante lo que recalcó que "esta situación llegará y es necesario anticiparse para poder solucionarla".

Insistió en que hay que plantearse "seriamente" la capitalización del sistema financiero, en primera instancia con la aportación de la inversión privada. A continuación, intervendría la inversión pública "cubriendo lo que falte a precio de mercado" y con el compromiso de devolver su capitalización en un periodo concreto a precio de mercado.

Según González, "en estos momentos existe una burbuja especulativa que hay que llevar al terreno del endeudamiento público para intentar salvar el sistema financiero" y recordó que el sistema de ayudas públicas que se está llevando a cabo en los países europeos no cabe en la legislación comunitaria, por lo que "se están produciendo actuaciones sin coordinación y con un esfuerzo inferior al estadounidense".

Afirmó que aún no se tiene conciencia de la dimensión de la crisis, ya que de ser así "se dejarían de lado los intereses concretos y se ayudaría a alcanzar una solución conjunta" con las aportaciones de todas las partes. "No se puede salir de la crisis con esfuerzos locales no nacionales, sino con acciones globales y coordinadas", reiteró.

Así, apuntó la necesidad de un marco regulatorio global y de una coordinación de los marcos regulatorios nacionales "evitando la sobrerregulación", con "pocas normas, un buen sistema de vigilancia que se cumpla sin asfixias".

CARENCIA DE IDEAS

En este marco, subrayó que la crisis es "dura, compleja y profunda" y que aún existe "mucha carencia" de ideas y de políticas coordinadas para resolverla. Además, indicó que el mismo mercado que expulsó la política del sistema, ahora reclama su intervención para "arreglar el desaguisado", por lo que señaló que no se puede responsabilizar a ningún gobierno por la mala situación que se atraviesa.

González, que calificó la crisis como "sistémica y global", insistió en que no hay alternativas de sistema para resolver la situación, sino que hay que solucionarla desde dentro del sistema, modificando el modelo existente y cambiando las reglas.

"La situación hay que arreglarla desde el marco local, nacional y global", matizó González, quien subrayó que, ante las interconexiones económicas, "Estados Unidos no puede salir sólo de la crisis, pero los demás tampoco pueden salir solos, por lo que existe una obligación de coordinar todas las políticas".

Por último, señaló que la actual situación puede servir para analizar los problemas actuales de Europa como la falta de competitividad, problemas demográficos y de sostenibilidad del Estado del Bienestar. Así, concluyó que para salir de la crisis sería necesario poner en marcha todo el aparato productivo con planteamientos "alternativos" como "declarar la guerra al hambre, a la falta de formación, al cambio climático con un cambio de modelo energético".

El ex presidente del Gobierno fue presentado por el presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Santiago Herrero, y por el consejero de Economía y Hacienda de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, que se refirió a González como una persona que "deja trabajar, reconoce el derecho a equivocarse y no teme aprender de nadie.