Economía/Laboral.- Los líderes europeos dan un nuevo impulso a una política migratoria común

Actualizado: viernes, 14 diciembre 2007 20:41

Zapatero destaca que las conclusiones aprobadas por la cumbre responden a las peticiones de España


BRUSELAS, 14 Dic. (EUROPA PRESS) -

Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete acordaron hoy dar un nuevo impulso a una política migratoria común y respaldaron las últimas iniciativas presentadas por la Comisión para sancionar a los empresarios que contraten irregulares, crear una 'tarjeta azul' para facilitar la entrada de inmigrantes altamente cualificados y fijar un conjunto de derechos mínimos para los mismos.

"El desarrollo de una política global europea de migraciones que complemente las de los Estados miembros sigue siendo una prioridad fundamental para afrontar los desafíos y aprovechar las oportunidades que representa la inmigración en una nueva era de globalización", señalan las conclusiones aprobadas por los líderes.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acogió con satisfacción este nuevo impulso a la política migratoria y destacó que responde a "aspectos en los que España ha venido trabajando en los últimos tiempos: la necesidad de que la inmigración sea más una política global y una política de la UE, es decir, que forme parte de las políticas comunes".

En este sentido, abogó por reforzar la cooperación con los países del África subsahariana y mejorar la actuación de la Agencia de Control de Fronteras (Frontex). En este sentido, destacó que gracias a la labor de Frontex en 2007 se ha logrado reducir en un 70% el número de inmigrantes ilegales que trataban de llegar a las islas Canarias en comparación a las cifras registradas en 2006.

"Europa vuelve a ratificar un principio básico de su política migratoria, y es un 'no' a la inmigración ilegal, un 'no' al tráfico de personas, un 'no' a la explotación de los inmigrantes y un 'sí' a la inmigración legal y ordenada como un factor demográfico y económico positivo para el futuro y el presente de la UE", resaltó el presidente del Gobierno.

Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, dijo que las conclusiones aprobadas en la cumbre son "muy importantes" porque respaldan el "enfoque global" que propone Bruselas para abordar la inmigración, y le permiten presentar nuevas propuestas legislativas. Este enfoque, según recordó, se basa en tres elementos: una política de integración "generosa y abierta", una actuación "dura" contra la inmigración ilegal, y una gestión adecuada de la inmigración legal.

"Si actuamos juntos, todos los Estados miembros y las instituciones comunitarias, podemos beneficiarnos de la parte positiva de la inmigración y disminuir los aspectos negativos de la inmigración incontrolada", destacó Durao Barroso.

El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, celebró el avance hacia una política de inmigración europea, teniendo en cuenta que "venimos de una situación en que cada uno hacía regularizaciones masivas por su cuenta". Destacó además que la inmigración seguirá siendo una prioridad de la presidencia francesa de la UE durante el segundo semestre de 2008.

En las conclusiones de la cumbre, los líderes europeos piden que se logre un acuerdo "a más tardar a finales de 2008" sobre la norma para sancionar a los empresarios que contraten a inmigrantes irregulares, a la que se oponen Alemania y Austria. También reclaman avances en las negociaciones sobre la propuesta de una 'tarjeta azul' para facilitar la entrada de inmigrantes altamente cualificados, y sobre la norma que establece un conjunto de derechos para los trabajadores de terceros países con residencia legal. Otra iniciativa legislativa prioritaria es la ley comunitaria sobre el retorno de irregulares.

Los Veintisiete exigen además "que se siga trabajando en la intensificación de la gestión integrada de las fronteras exteriores, abordando en particular las presiones particulares a que están expuestos los Estados miembros". En este sentido, piden a la Comisión que presente en febrero de 2008 iniciativas sobre la evolución futura de Frontex, sobre un sistema de entrada y salida de las fronteras exteriores, y sobre un sistema europeo de vigilancia de las fronteras.

Los líderes europeos reiteraron que la cooperación con los países de origen y de tránsito de la inmigración "sigue siendo vital". En este sentido, celebraron los acuerdos alcanzados en la reciente cumbre UE-África y destacaron la próxima puesta en marcha de acuerdos piloto de inmigración circular con Cabo Verde y Moldavia. También insistieron en la necesidad de reforzar el diálogo con los países de la ribera sur del Mediterráneo y con América Latina y la región del Caribe, como había pedido España.

Los jefes de Estado y de Gobierno se felicitaron además por la supresión a partir del 21 de diciembre de los controles de pasaportes en las fronteras terrestres y marítimas (y en marzo de 2008 los que afectan a las fronteras aéreas) a nueve de los países de la ampliación: Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, Eslovenia, Eslovaquia y República Checa porque ello "extiende el libre movimiento de personas".

Las conclusiones de la cumbre dedican también un capítulo al terrorismo. "Los recientes actos terroristas en Europa y los numerosos atentados terroristas en otros lugares del mundo hacen más apremiante la necesidad de que la Unión y sus Estados miembros mantengan su compromiso pleno con la aplicación de la estrategia antiterrorista", señalan los Veintisiete.

Reclamaron reforzar la cooperación policial y judicial y proseguir con la estrategia europea para luchar contra la radicalización y la captación de terroristas. Además, se felicitaron por los avances en materia de seguridad de explosivos, cooperación entre las unidades especiales de intervención, la protección de infraestructuras vitales o la lucha contra las amenazas biológicas; y respaldaron las propuestas presentadas por el nuevo coordinador antiterrorista, Gilles de Kerchove, para mejorar la cooperación.

GLOBALIZACIÓN

Los jefes de Estado y de Gobierno aprobaron por primera vez una declaración sobre la globalización en la que se trata de conciliar los puntos de vista de los Estados miembros más aperturistas, como Reino Unido, Países Bajos o los países nórdicos, con la opinión de los más proteccionistas como Francia, Alemania o España.

"Pretendemos dar forma a la globalización en interés de todos nuestros ciudadanos, sobre la base de nuestros valores y principios comunes", reza la declaración. "La Unión Europea insistirá en la apertura cada vez mayor de los mercados, que redundará en beneficio de todos. A tal fin, nuestros socios deben también dar pruebas de transparencia, sobre la base de normas acordadas internacionalmente, en particular, por lo que respecta a la competencia leal y a la protección de los derechos de propiedad intelectual", añade.