Asegura que existe una incertidumbre "excepcionalmente elevada" sobre las perspectivas de crecimiento económico
FRÁNCFORT (ALEMANIA), 13 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Banco Central Europeo (BCE) considera "absolutamente prioritario el firme anclaje" de las expectativas de inflación, ya que existen "fuertes presiones alcistas a corto plazo" sobre los precios.
Por lo tanto, el BCE orientará su política monetaria a conseguir este objetivo y mantiene su compromiso de "impedir la aparición de efectos de segunda vuelta y la materialización de riesgos alcistas para la estabilidad de precios a medio plazo", señaló la institución en su boletín mensual.
EL BCE recalca que prosiguen las presiones al alza sobre los precios, especialmente por el encarecimiento de los alimentos y el petróleo en los últimos meses, por lo que prevé que las tasas de inflación se mantengan elevadas durante un periodo de tiempo "más prolongado que lo previsto hace unos meses".
"La tasa de inflación interanual se mantendrá muy probablemente en niveles significativamente superiores al 2% en los próximos meses", explicó la institución presidida por Jean Claude Trichet, que, no obstante, prevé que se modere "de forma gradual durante el resto del año".
El control de la inflación se ha convertido en el principal objetivo del BCE en los últimos meses, lo que ha llevado a la institución a no bajar los tipos a pesar de la ralentización del crecimiento económico frente a la tendencia contraria de otros bancos centrales, como la Reserva Federal de EEUU o el Banco de Inglaterra.
INCERTIDUMBRE "EXCEPCIONALMENTE ELEVADA" SOBRE EL PIB
Aunque el banco considera que los fundamentos económicos de la zona euro siguen siendo sólidos, reconoce que los últimos datos apuntan a un crecimiento sostenido "aunque más moderado" del Producto Interior Bruto (PIB) real.
Concretamente, la institución recuerda que según las primeras estimaciones de Eurostat, el PIB de la zona euro creció un 0,4% en el cuarto trimestre de 2007 en términos intertrimestrales, la mitad que en el los tres meses anteriores, cuando aumentó un 0,8%.
Además, el BCE destaca que la confianza empresarial y del consumidor han seguido una tendencia a la baja desde el verano de 2007, aunque siguen siendo "compatibles" con una situación de crecimiento.
Sin embargo, asegura que la incertidumbre sobre las perspectivas de crecimiento económico sigue siendo "excepcionalmente elevada" y que siguen existiendo "riesgos a la baja" para la actividad económica vinculados con un empeoramiento de la crisis financiera o con la subida de los precios de las materias primas, presiones proteccionistas y desequilibrios mundiales
