MADRID, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Libertad Digital y colaborador habitual de FAES, Alberto Recarte, aseguró hoy que la economía española entrará en una "recesión clara" en 2009, que se extenderá hasta el 2010, por lo que prevé una caída del PIB de entre un 1% y un 2% para el próximo ejercicio.
Así lo puso de manifiesto en la última sesión del curso 'Políticas económicas en tiempos de crisis' del campus FAES, donde afirmó que la salida de la crisis económica en la que está inmersa la economía española será "muy complicada", con cuatro millones de parados y unas tasas de endeudamiento familiar y empresarial "muy elevadas".
En esta misma línea, el presidente del Lehman Brothers para España y Portugal, Luis de Guindos, pronosticó una recesión mundial durante los próximos cinco años "peor" que cualquier del pasado, ya que la política monetaria se endurecerá en el futuro con un repunte de los tipos de interés a largo plazo porque, a su parecer, "éstos huelen la inflación".
El economista culpó a la la política monetaria de EE.UU. de la extensión mundial de la inflación, al tiempo que puso de manifiesto cómo han empeorado los datos de la economía española con el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, al duplicar el gasto social y provocar incrementos del déficit exterior y de la deuda familiar.
Por su parte, otro de los colaboradores habituales de FAES, Luis Feito, señaló que la economía española está viviendo "una interrupción" del ritmo de crecimiento "como no se conocía hasta ahora", como consecuencia de la crisis inmobiliaria internacional, a la que España es "especialmente vulnerable", la crisis financiera y la dependencia energética.
De su lado, el rector de la Universidad de Nebrija, Fernando Fernández, aseguró que la "erosión de la unidad de mercado" en España dificultará la salida de la crisis económica, por lo que recomendó al Gobierno "no cometer errores" para evitar añadir años a la crisis, al tiempo que resaltó la importancia de evitar el contagio del sistema financiero internacional y criticó las políticas de crédito que se están llevando a cabo a través del ICO.
Además, propuso una reforma fiscal centrada en reducir el Impuesto de Sociedades para hacer más competitiva a la economía española, sustituir las cotizaciones sociales por el IVA, racionalizar el Impuesto de Hidrocarburos, promover la competencia en el sector servicios y el energético, liberalizar horarios comerciales y promover la gestión privada de servicios públicos.
Finalmente, el director ejecutivo de Fomento del Trabajo Nacional, Joaquín Trigo, reclamó un cambio del modelo económico, al tiempo que subrayó la importancia de llegar a una serie de acuerdos de Estado en materias como la energía, el agua, la formación y en el criterio para decidir dónde se debe invertir en infraestructuras.
Asimismo, apostó por regular el gasto del sector público, especialmente en el aspecto sanitario, rebajar la excesiva regulación normativa, capitalizar el paro, incrementar la desgravación por la compra de vivienda, incentivar la recolocación laboral rápida y facilitar el retorno de capitales españoles en el extranjero mediante una amnistía fiscal.
