Economía/Macro.- La industria papelera pide decisiones rápidas a la CE para garantizar la viabilidad futura del sector

Actualizado: lunes, 29 junio 2009 13:16

MADRID, 29 Jun. (EUROPA PRESS) -

Los dirigentes de la industria europea del papel y la celulosa presentaron hoy en una reunión en Bruselas con el Comisario Europeo para la Industria y la Empresa, Günther Verheugen, su 'Manifiesto por la competitividad y el empleo', en el que solicitan a la Comisión decisiones rápidas que aseguren la viabilidad futura del sector, informó hoy la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón, Aspapel.

En un comunicado, la patronal papelera exige a las administraciones europea y española que adopten medidas "ágiles y coherentes", dirigidas a resolver los "verdaderos problemas" en materias como la política energética, políticas fiscales, estabilidad regulatoria y referentes al marco laboral.

El director general de Aspapel, Carlos Reinoso, aclaró que, a diferencia de otros sectores, la industria papelera española "no solicita planes de apoyo ni subvenciones a fondo perdido, sino decisiones que permitan impulsar su competitividad y su presencia en mercados internacionales", al tiempo que instó a la Administración española a actuar con decisión contra las medidas proteccionistas de terceros países, ya que "mientras otros Gobiernos promueven medidas de protección, la Administración central española ha definido los criterios de sus compras públicas que excluyen a los fabricantes nacionales".

Por su parte, el presidente de la Confederación Europea de Industria del Papel (Cepi), Magnus Hall, aseguró que la UE no puede permitirse dejar que el sector del papel y la celulosa y toda su cadena de valor se deslice hacia la crisis", a la vez que la directora general de la organización, Teresa Presas, advirtió de que "es la hora de predicar con el ejemplo y ser consecuentes con los objetivos europeos".

Según la industria papelera europea, las áreas clave en las que se urge a la Unión Europea a tomar medidas inmediatas serían mejorar las políticas medioambientales, de competitividad y de empleo, poder competir con quienes tienen menores costes energéticos, crear ganadores y no víctimas con el sistema de comercio de emisiones, así como estimular la disponibilidad de materias primas y el acceso a sus mercados, flexibilizar las reglas de competencia para facilitar la reestructuración y luchar contra el proteccionismo creciente de países competidores.