Lagarde lamenta la decisión del Consejo Constitucional de anular la tasa del CO2 y trabaja en nuevo texto
PARIS, 5 Ene. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Economía, Industria y Empleo de Francia, Christine Lagarde, consideró hoy que la economía francesa crecerá al menos un 1% en 2010, mejorando así la previsión recogida en los presupuestos, que situaba el crecimiento del país el próximo año en el 0,75%.
En una entrevista concedida al diario francés 'Les Echos', destacó que el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) estiman que Francia cerrará el año "mejor de lo previsto" y apuntó que existe un consenso que apunta que el país crecerá en 2010 en torno al 1,5%.
Sin embargo, Lagarde aseguró que prefiere ser "prudente" y esperar. En este sentido, afirmó que está muy atenta a la situación internacional e hizo referencia a unas declaraciones de la canciller alemana, Angela Merkel, quien el pasado 31 de diciembre subrayó que existe el riesgo de que algunas cosas se pongan "más difíciles aún antes de mejorar definitivamente".
Preguntada por si cree que existe la posibilidad de una recaída, apuntó que estamos asistiendo a "un inmenso reequilibrio mundial" y que existen "auténticas placas tectónicas en movimiento". En este contexto, señaló que las inversiones futuras que prepara el país son "una carta importante a jugar destinada a dotar a Francia de verdaderas alternativas de crecimiento para el futuro".
EMISIONES DE CARBONO.
Por otro lado, Lagarde lamentó la decisión del Consejo Constitucional de anular el texto sobre las emisiones de carbono, así como que no haya tenido en cuenta la situación de las empresas sujetas a las cuotas de emisión de CO2 de la UE, aunque apuntó que no puede dudar de que haya una "verdadera razón jurídica detrás de esta decisión".
La ministra francesa remarcó que tendrán en cuenta las objeciones del Consejo para elaborar una nueva tasa de carbono. Así, recalcó que el Gobierno trabaja en la posibilidad de "aplicar tasas reducidas y establecer en su lugar otros mecanismo de incentivos o de límites como, por ejemplo, el valor añadido".
En este sentido, mostró su preocupación por la competitividad de estas empresas en un "equilibrio económico frágil" y, por ello, pidió un "mecanismo de imposición diferenciado en función de su exposición a la competencia internacional y en función de la intensidad energética de su producción".
Finalmente, la ministra de Economía francesa, reconoció que el Gobierno "no puede correr el riesgo de una nueva censura" pero aseguró que, sin embargo, no se puede imaginar una tasa por debajo de los 2.150 millones que costaría la aplicación estricta de los impuestos a las empresas.
