MADRID, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -
Las perspectivas del sector manufacturero español se han enturbiado considerablemente desde el 2007 por el temor al debilitamiento de la situación económica, como consecuencia del final del 'boom' del sector de la construcción y de la vivienda, según se desprende del último informe sobre perspectivas empresariales elaborado por KPMG.
Según la red de auditorías, estas circunstancias han afectado al optimismo de los productores españoles acerca de la producción, los ingresos, los nuevos pedidos, los beneficios y el empleo en 2008, ya que el grado de confianza en todas estas variables ha caído a la mínima en los dos años de historia del estudio.
Así, el estudio concluye que sólo el 21,5% de los productores españoles espera que la actividad manufacturera aumente de aquí a un año, frente al 63% que lo pensaba en enero de 2007, por lo que los productores españoles son los menos optimistas de entre todos los países encuestados de la UE.
El optimismo acerca de los ingresos del sector también ha disminuido de forma intensa respecto al 2007, ya el porcentaje de empresas que confiaban en aumentar sus ingresos ha caído desde un 46,3% a un 23,8%, debido, sobre todo, al deterioro del entorno de la economía doméstica y la global.
Lo mismo ocurre con la confianza en los nuevos pedidos futuros y los precios de los productos, ya que, en 2008, los productores españoles prevén una aceleración de la inflación en precios pagados y en precios cobrados, aunque el 49,7% de las firmas espera que sus precios de compras aumenten a un ritmo más intenso que los precios a puerta de fábrica.
Por otro lado, las intenciones de inversión en el presente ejercicio también han retrocedido frente a los niveles registrados en el 2007, pero se mantienen considerablemente en concordancia con las medias registradas en la UE, ya que el 19,7% de los fabricantes prevé un crecimiento de los gastos de capital (frente al 30,9% registrado en julio del año pasado).
Finalmente, las expectativas para el empleo en los próximos doce meses han sido las más deterioradas, ya que en promedio los fabricantes españoles esperan reducir el número de sus plantillas de los niveles actuales en el 2008.
Para el economista jefe de KPMG, Andrew Smith, el "brusco descenso" de la confianza en el sector manufacturero no es un "buen augurio" para la economía en general, ya que los temores sobre la economía doméstica, la adversidad provocada por un crecimiento global más debilitado, la fortaleza del euro y los mayores precios del crudo, son lo factores que han provocado que la confianza "se haya enturbiado" en 2008.
