BRUSELAS, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, descartó hoy, en una comparecencia ante la comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara, una "pausa" en las subidas de tipos de interés y anunció que seguirá actuando "de manera firme y adecuada" para contrarrestar cualquier riesgo inflacionista que amenace la estabilidad de precios.
Al ser preguntado por un eurodiputado sobre si no sería deseable una pausa en las subidas de tipos para analizar su impacto sobre el crecimiento, Trichet respondió: "No he pronunciado la palabra pausa. He dicho que actuaremos de manera firme y adecuada. Haremos lo necesario en cualquier momento para contrarrestar los riesgos inflacionisas que vemos".
El presidente del BCE insistió en que los tipos de interés, que el pasado 6 de junio aumentaron un cuarto de punto hasta situarse en el 4%, todavía favorecen el crecimiento económico. "Dado el ambiente económico positivo en la zona euro, nuestra política monetaria es todavía acomodaticia, con unas condiciones de financiación favorables, un crecimiento del crédito y del dinero vigoroso, y una amplia liquidez en la zona euro", indicó a los eurodiputados.
Asimismo, insistió en que "prevalecen los riesgos al alza a la estabilidad de precios a medio y largo plazo", según han identificado los análisis económicos y monetarios del BCE. Estos riesgos, prosiguió, tienen su origen en el aumento de los precios del petróleo pero también en las subidas salariales. En este sentido, Trichet lanzó un nuevo llamamiento para que los acuerdos salariales "estén lo suficientemente diferenciados" para tener el elevado nivel de paro en algunos países y la productividad de cada sector.
El BCE "vigilará de cerca todos los acontecimientos para garantizar que los riesgos a la estabilidad de precios a medio plazo no se materialicen", indicó Trichet. El consejo de gobernadores del banco actuará "de manera firme y oportuna" para mantener la inflación estable.
El presidente del BCE destacó que el PIB de la zona euro creció un 0,6% durante el primer trimestre de 2007, una cifra más alta de la que se esperaba, y que "se dan las condiciones para que la economía de la eurozona continúe creciendo a un ritmo sólido". Las exportaciones se benefician del crecimiento económico mundial mientras que la demanda doméstica mantendrá su fuerte impulso gracias al crecimiento del empleo y el aumento de renta disponible. La inversión seguirá a un ritmo "dinámico" y se beneficiará de unas condiciones de financiación que siguen siendo "favorables".
