WASHINGTON, 15 Abr. (Reuters/EP) -
El presidente estadounidense, Barack Obama, prometió hoy a los estadounidenses que su Gobierno reformará el "monstruoso" código impositivo del país, cuando millones de contribuyentes se encuentran en la fecha límite anual para declarar sus impuestos federales.
Obama usó esta fecha para subrayar sus esfuerzos por reducir los impuestos de muchos estadounidenses en medio de la peor crisis económica en décadas. La oposición republicana aprovechó por su parte para embestir contra lo que denominan un gasto innecesario del nuevo Gobierno demócrata, y algunos de los críticos del presidente realizaron protestas en varias ciudades de Estados Unidos.
Obama impulsa un plan de presupuesto federal con la cifra récord de 3,5 billones de dólares (2,6 billones de euros) que los republicanos y algunos demócratas dicen está cargado de demasiados gastos y muy pocos recortes de impuestos.
"Mi Gobierno ha tomado acciones de gran alcance para dar recortes impositivos a los estadounidenses que los necesitan, además de impulsar el crecimiento y la creación de empleos en el proceso", dijo Obama en un acto en la Casa Blanca con un grupo de trabajadores y propietarios de empresas.
El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, indicó que Obama ya había rebajado los impuestos para el 95 por ciento de los estadounidenses y cumpliría su compromiso de no aumentar los impuestos a quienes ganan menos de 250.000 dólares al año (188.892 euros).
"Sabemos que el alivio tributario debe estar unido a una disciplina fiscal", explicó Obama. También reiteró su compromiso de acabar con los alivios fiscales a las compañías que "trasladan los empleos al exterior".
PROTESTAS DE 'FIESTAS DEL TE'
Como contrapunto a la defensa de Obama de sus políticas, hubo protestas en Washington, Chicago y Boston, ligeramente inspiradas en la rebelión del té de Boston de 1773 contra los impuestos coloniales británicos, que ayudó a detonar la revolución independentista del país.
Pequeños grupos se manifestaron contra los impuestos, los rescates gubernamentales y la propuesta de presupuesto de Obama. Varios cientos de personas, algunos vistiendo atuendos del siglo 18, soportaron el clima lluvioso en el parque Lafayette, frente a la Casa Blanca, donde cantaron "¡No nos pisen!".
"La deuda pasará a mis hijos y a mis nietos", afirmó Andrea Poe, ingeniera en software de Culpeper, Virginia. Desde que asumió el cargo el 20 de enero, Obama también ha prometido una reforma exhaustiva del código de impuestos. El ex presidente de la Reserva Federal Paul Volcker encabeza un panel que estudiará opciones y hará un informe a finales del año.
Obama, que busca contener la exasperación pública, declaró que necesitan "simplificar un monstruoso código tributario que es demasiado complicado para que la mayoría de los estadounidenses lo entienda".
"Llevará tiempo reparar el daño de años de exenciones y lagunas jurídicas. Pero quiero que cada estadounidense sepa que redactaremos de nuevo el código tributario, para que ponga sus intereses sobre cualquier interés especial. Y lo haremos lo más rápido, fácil y menos costoso para que puedan presentar sus declaraciones", agregó.
