El Gobierno catalán dice que la tasa a las bebidas azucaradas "se tendrá que pagar" pese a la sentencia judicial

El vicepresidente del Govern y conseller d'Economía, Pere Aragons (Archivo)
El vicepresidente del Govern y conseller d'Economía, Pere Aragons (Archivo) - David Zorrakino - Europa Press - Archivo
Publicado: jueves, 11 julio 2019 19:24


Defiende la existencia de este tributo y critica "el oligopolio de la distribución alimentaria"

BARCELONA, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -

El vicepresidente de la Generalitat de Cataluña y conseller de Economía, Pere Aragons, ha afirmado este jueves que el impuesto catalán a las bebidas azucaradas envasadas "se tendrá que pagar" pese a la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).

Lo ha dicho en declaraciones a los medios desde los pasillos del Parlament, después de que la Sección Segunda de la Sala del contencioso administrativo de este tribunal haya decidido anularlo tras estimar un recurso en contra del tributo.

Aragons ha asegurado que "lo que ha anulado la sentencia es el reglamento que desarrolla los aspectos técnicos y de gestión" del impuesto, por lo que entiende que el tributo en sí mismo sigue en vigor y exigirá que se siga abonando.

"El impuesto no está anulado. Lo que ha anulado la sentencia es el reglamento. La ley del impuesto sigue vigente y el impuesto se tendrá que pagar", ha insistido el vicepresidente de la Generalitat y responsable de las finanzas públicas catalanas.

Aragons ha explicado que la Generalitat está estudiando cómo reaccionar al fallo: entre las opciones, presentar recurso o presentar un nuevo reglamento introduciendo algunas modificaciones respecto al inicial.

El vicepresidente ha argumentado que el impuesto se seguirá pagando y no se devolverá lo abonado hasta la fecha y ha concluido que, en el peor de los casos, la Generalitat devolverá lo que ha recaudado "para automáticamente volverlo a cobrar".

CRÍTICAS

Aragons ha criticado el "oligopolio de la distribución alimentaria" porque, a su juicio, desde que se inició los trabajos para crear este impuesto ha intentado frenarlo, y ha advertido: "No nos tumbarán. Los responsables de pagarlo tendrán que seguir haciéndolo".

Ha defendido que se trata de un impuesto que ya existe en otros países europeos, y que es una medida fiscal necesaria porque "hay una parte muy importante de la población de Cataluña que padece los efectos de la salud por exceso de azúcar".