Actualizado 14/11/2006 20:06

RSC.- La Campaña del Microcrédito intenta sacar del umbral de la pobreza extrema a 500 millones de personas

Halifax (Canadá) acoge hasta mañana miércoles la Cumbre del Microcrédito para fijar los objetivos de futuro


MADRID, 14 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Cumbre del Microcrédito, que se está celebrando en Halifax (Canadá) desde este domingo día 12 hasta mañana miércoles, ha fijado los objetivos de la Campaña del Microcrédito para el año 2015 entre los que destacan asegurar que 100 millones de familias superen el umbral de subsistencia con un dólar diario --con lo que cerca de 500 millones de personas abandonarán el estado de 'pobreza extrema'--; y alcanzar a 175 millones de las familias más pobres del mundo con microcréditos, afectando a 875 millones de personas.

Los más de 2.300 delegados asistentes a la Cumbre firmaron ayer una declaración en la que constatan su compromiso de "trabajar con la Campaña de la Cumbre del Microcrédito para buscar e implementar metodologías creíbles para medir el progreso de nuestros clientes por encima de la barrera de un dólar al día y reportar a la Campaña esas conclusiones anualmente".

Además, los organizadores recordaron que cerca de 113 millones de familias recibieron pequeños préstamos en 2005 para comenzar o ampliar pequeñas empresas, 83 millones de las cuales se encuentran entre las más pobres del mundo.

Estos préstamos se usan en una amplia gama de actividades económicas que van desde la venta de leche y huevos hasta la fabricación de tortillas o la producción de artesanías. El director de la Campaña, Sam Daley-Harris, destacó que "410 millones de miembros de familias, un número equivalente a las poblaciones conjuntas de Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Bélgica, se benefician de esta iniciativa". "Éstos microcréditos, pues, están dando la esperanza a miles de personas por todo el mundo", afirmó.

En este sentido, una investigación del Banco Mundial sobre el estado de las microfinanzas en Bangladesh reveló que el microcrédito ha generado el 40% de la reducción total de la pobreza en el país. Así, la Campaña --que se inició en 1997 beneficiando a 7'6 millones de familias necesitados-- ha crecido un 978%, con un promedio de un 34% anual.

COLABORACION DE LOS 'BANCOS TRADICIONALES'

Entre los asistentes a la Cumbre, destaca la presencia del Premio Nobel de la Paz de este año, el bangladeshí Mohamed Yunus, que insistió en la importancia de los microcréditos para erradicar la pobreza mundial. "Si los más pobres no tienen acceso a su primer dólar no van a ser capaces de generar otro dólar", destacó.

Yunus invitó a los bancos tradicionales a ofrecer "más servicios a los más pobres para que el mercado sea más competitivo y las tasas de interés se reduzcan". Pero también expresó su temor a que las instituciones financieras corrompan el sistema al olvidar su contenido social y sólo busquen la rentabilidad de los microcréditos.

Yunnus y la entidad de microcréditos Grameen Bank, fundada por él en 1976, obtuvieron el mes pasado el Premio Nobel de la Paz "por sus esfuerzos para crear un desarrollo económico y social desde abajo", según informó la Academia noruega. En 1974, en medio de una profunda hambruna en Bangladesh --uno de los países más pobres y poblados del mundo--, el joven profesor Yunus propuso la creación de un sistema de aldeas rurales (el 'Gram Sarker', gobierno rural) que en 1980 fue adoptado oficialmente en 1980 por el propio Gobierno.

Gracias a este proyecto, el economista comprobó que sólo se podía superar la pobreza mediante un mecanismo de microcréditos solidarios sin garantía para que los sectores más pobres pudieran llevar a cabo actividades independientes y creativas. El resultado fue la creación, contra viento y marea y pese a la oposición de la banca de su país, del Grameen Bank ('Banco Rural').

El mecanismo de funcionamiento del Grameen Bank es, cuanto menos, original. Para pedir un crédito la única condición es ser pobre. No se precisa aval ni experiencia laboral, la base es la confianza y se presta preferentemente a mujeres --el 95 por ciento de los prestatarios son mujeres--. Los créditos tienen un interés similar al de un banco normal y se piden en grupos de cinco personas.

Además, "no hay abogados ni juicios por impago y se considera que el 3% de los morosos no devuelve el dinero porque no quiera, sino porque no puede". Los empleados viajan por las aldeas explicando qué son los microcréditos y haciendo el seguimiento a los que ya están en curso. El éxito del banco ha atraído el interés de otros países, en los que se han creado modelos similares para llevar a cabo la construcción del hábitat rural y de las escuelas.