Actualizado 18/08/2006 21:13

RSC.- El Instituto Carlos III aboga por una "mayor implicación" de las empresas en nanomedicina y medicina innovadora

Su director general cree que a las compañías privadas "les cuesta trabajo" invertir en esto y apuesta por un "cambio de mentalidad"


SANTANDER, 18 Ago. (EUROPA PRESS) -

El director general del Instituto Carlos III, Francisco Gracia, apostó hoy en Santander por una "mayor participación" de la empresa privada en la investigación en nanomedicina y medicina innovadora, ya que a este sector "tradicionalmente" le "cuesta trabajo" el "invertir" en "proyectos innovadores" a los que "todavía no ven las posibilidades de futuro".

En declaraciones a Europa Press, Gracia abogó en este sentido por la puesta en marcha de organismos "consorciados", con participación compartida pública y privada (como los grupos CENIT), que "faciliten" una "sociedad más dinámica" en este campo.

Reconoció que para la industria privada sanitaria y los laboratorios farmacéuticos la nanomedicina y la medicina innovadora aún "no es un sitio atractivo" para invertir ya que, al margen de los "elevados costes", se ve como un campo "arriesgado" en el que todavía "no se ven las posibilidades de futuro".

Esto implica, a su entender, "un cambio de mentalidad", algo que "no se hace por decreto, sino que requiere tiempo y esfuerzo". Este responsable del Instituto Carlos III, que clausuró el seminario de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) sobre 'Nanomedicinas y medicinas innovadoras', añadió al respecto que "hay que tener un objetivo claro" y "marcar rumbo hacia ese objetivo".

No obstante, para este experto la nanomedicina y la medicina innovadora constituyen un "área estratégica" de cara al futuro, que pese a hallarse actualmente en "estadios muy iniciales", puede dar "grandes resultados", tanto en la mejora de la salud de los ciudadanos como "en creación de oportunidades para empresas".

Indicó asimismo que la nanomedicina y la medicina innovadora requiere "una gran interdisciplinaridad", mediante las aportaciones de especialistas "de muy diversos campos", así como el establecimiento de un sistema de comunicación "para que los conocimientos de los investigadores básicos puedan transferirse a la apliación clínica".

Finalmente, apuntó que estos nuevos campos de investigación demandan "nuevos mecanismos reguladores" dado que su "talón de Aquiles" se centra en que las actuales regulaciones "no están pensadas para estas nuevas tecnologías sanitarias" de nanomedicina y medicina innovadora. Por ello, apostó también por una "mayor conexión" entre investigadores y agencias reguladoras.