RSC.- Monsanto y Painer preparan ensayos de maíz transgénico en ocho municipios gallegos

Actualizado: lunes, 7 abril 2008 11:22

La autorización de estas plantaciones depende del Gobierno central y Medio Rural, en cuya estrategia no entra apoyar estos cultivos

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 7 Abr. (EUROPA PRESS) -

Las multinacionales de biotecnología Monsanto y Painer preparan ensayos de maíz transgénico en ocho municipios gallegos. La autorización para estos cultivos experimentales depende del Ministerio de Medio Ambiente, aunque en algunos casos directamente de la Consellería de Medio Rural, que ya ha advertido de que "no entra en su estrategia" apoyar estas plantaciones.

Estas dos empresas pretenden cultivar en los municipios coruñeses de Val do Dubra, Touro, Mesía, Ribeira y Arteixo; en los lucenses de Vilalba y Castro de Rei; y en el pontevedrés de Lalín maíz transgénico MON-810 y NK603, que ha sido sometido a una manipulación genética para que sean resistentes al herbicida glifosato, a las plagas de taladros y ataques de cierto gusanos.

La autorización de algunos de estos cultivos experimentales, que en el algún municipio supondrá contar con varias fincas, es competencia del Ministerio de Medio Ambiente, favorable a estas plantaciones siempre y cuando cuenten con el "visto bueno" de la Comisión de Biodiverisdad.

Este informe supone que los cultivos de transgénicos cumplen con una serie de requisitos de seguridad entre los que se incluyen distancias mínimas con otros cultivos o la introducción de siembras convencionales que actúen como trampa del polen. La permisibilidad del ministerio hacia este tipo de cultivos ha permitido que el pasado año fueron plantadas unas 75.000 hectáreas de maíz modificado con genes de bacterias en España.

La posición del ministerio es "compartida plenamente" por la Consellería de Medio Ambiente, según confirmaron a Europa Press fuentes del departamento que dirige el socialista Manuel Vázquez. No obstante, no corresponde a este departamento autonómico, sino al de Medio Rural, dirigido por el nacionalista Alfredo Suárez Canal, la autorización de ciertos cultivos cuando la competencia no reside en la Administración central, sino directamente en la gallega.

MEDIO RURAL NO LOS APOYA.

Precisamente, y contrario al departamento socialista de Medio Ambiente, la Consellería de Medio Rural ha advertido que "no entra dentro de su estrategia" apoyar el cultivo de transgénicos en el territorio gallego.

Para argumentar su posicionamiento, Medio Rural arguyó a Europa Press que estos cultivos no aportan ninguna mejora significativa a la producción en las condiciones de cultivo de agricultura de Galicia. Además, interpretó que su popularización "puede lesionar" la imagen de marca de Galicia como país que tiene una agricultura productora "de alimentos de calidad y respetuosa con el Medio Ambiente".

Asimismo, Medio Rural alertó que "no está suficientemente probada" la ausencia de riesgos para la conservación de la biodiversidad vegetal y animal.

GALICIA LIBRE DE TRANSGÉNICOS.

Precisamente, la seguridad de estas prácticas también es puesta en duda por ecologistas y sindicatos agrarios que coinciden en cuestionar la eficacia de las medidas establecidas por el Ministerio de Medio Ambiente para poner coto a los riesgos medioambientales y para la salud que vinculan con los transgénicos.

Por ello, quince organizaciones ecologistas, culturales y agrarias han creado la Plataforma Galega Antitranxénicas, que serán presentada el lunes en Santiago de Compostela, y que busca que Galicia sea declarada zona libre de transgénicos, tal y como sucede ya en Canarias, Asturias, País Vasco y Baleares y en otras 170 regiones y países de Europa.

La portavoz de esta plataforma, Charo Sánchez, explicó a Europa Press que, para conseguirlo, pretenden trasladar la "fórmula" que se ha iniciado en Cataluña: promover una iniciativa legislativa popular en el Parlamento, que prohíba en Galicia los ensayos y cultivos de productos modificados genéticamente. Para ello, serán necesarias 15.000 firmas.

TODOS SON "CONTRAS".

Charo Sánchez, perteneciente al Sindicato Labrego Galego, aseguró que no existe ningún "pro" que atribuir a este tipo de plantaciones, "ya que todos son contras". Así, alertó de los problemas "demostrados" para la salud, no sólo relacionados con alergias, resistencias a antibióticos sino efermedades graves en riñones e hígado.

En materia medioambiental, esta plataforma aseguró que suponen un "ataque directo" al patrimonio, ya que ponen "en peligro" las semillas y cultivos autóctonas, "cuya coexistencia con los transgénicos es imposible".

Además, estas entidades augurararon la posibilidad de "enfrentamientos" entre los productores de cultivos transgénicos y los convencionales o de agricultura ecológica, "ya que estos cultivos supone un ataque directo a este tipo de prácticas", interpretaron.