RSC.- Oceana y la Obra Social de Caja Madrid mostrarán el riesgo de la pesca de 'palangue' por las capturas accidentales

Actualizado: jueves, 20 abril 2006 17:41


MADRID, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -

La organización de defensa del mar Oceana, con la colaboración de la Obra Social de Caja Madrid, presentará la próxima semana en Valencia las conclusiones de un informe sobre el arte de pesca de palangre, una práctica muy agresiva para el entorno marino por la cantidad de capturas accidentales que provoca.

La organización lleva varios años trabajando para reducir estas capturas accidentales y precisamente las provocadas por la pesca de palangre de superficie tienen "un fuerte impacto en poblaciones de especies en peligro de extinción, como es el caso de la tortuga boba, la manta raya o el calderón común".

Para llevar a cabo los trabajos de investigación que han dado lugar a este informe, Oceana ha contado con la colaboración de la Obra Social Caja Madrid, que ha participado también en la elaboración de otros materiales divulgativos, señala Oceana en un comunicado.

El palangre de superficie es un arte de pesca con el que se capturan grandes pelágicos y especies comerciales como el pez espada o los túnidos. La característica de este arte es que se cala una 'linea madre' de la que cuelgan los anzuelos.

También existe el palangre de fondo, que es similar al de superficie pero se situa a mayor profundidad para la captura de especies demersales como la merluza, el besugo o el pez sable. Sin duda es el palangre de superficie el que está más extendido, tanto en agua nacionales como en internacionales.

Se trata de un arte de pesca pasivo con anzuelos que se compone de varios palangres --entre 100 y 200-- que, a partir de una línea madre, mantenida en la superficie por boyas, cuelgan los anzuelos unidos a los sedales. En el caso de la flota palangrera española faenando en el Mediterráneo, la longitud total del arte puede superar los 40 kilómetros y utilizar más de 2.000 anzuelos, pero las grandes flotas industriales pueden llegar a calar hasta cien kilómetros de palangre.

El censo de flota palangrera española en el Mediterráneo asciende a unas 70 u 80 embarcaciones, aunque son alrededor de 40 las que, de forma continuada, se dedican a la captura de peces espada y túnidos por medio del uso de palangres de superficie, aunque este número puede llegar a superar las cien embarcaciones en algunos momentos del año.

España también cuenta con palangreros faenando en el Atlántico y en el Cantábrico, así como en aguas lejanas o en otros países con los que existen acuerdos pesqueros, lo que convierte a este país "en una de las principales potencias de palangre en el mundo junto a países como Japón, Taiwan o Corea".

En el mundo, se calan cada día unos 3,8 millones de anzuelos, lo que equivale a 1.400 millones de anzuelos al año, de los que 200 millones se dedican a la captura espada y unos 1.200 millones a túnidos. El 37% de este esfuerzo pesquero se realiza entre el Atántico y el Mediterráneo.

ALTO IMPACTO

Algunos barcos palangreros utilizan un arte conocido como 'piedrabola', un sistema en el que parte del arte es hundido con la utilización de pesos, formando un 'zig zag' o dientes de sierra entre la superficie y el fondo marino.

Recientemente se está usando más el sistema conocido como 'rollo americano', un palangre que permite una mayor mecanización de las tareas de pesca. También se ha convertido en práctica habitual en los palangres la utilización de señuelos de luz (química o a pilas) para atraer a los peces.

Además de la especie objetivo, "muchas otras especies marinas pueden caer en los anzuelos calados por estas flotas", advierte Oceana. Estas capturas accidentales, entre las que se encuentran tortugas, tiburones o, incluso, algunos cetáceos, junto al alto índice de juveniles de pez espada que son capturados, "son los principales problemas de esta pesquería".

El palangre de superficie es consideardo hoy en día como el arte de pesca con mayores capturas accidentales de tortugas marinas del mundo. Un reciente estudio elaborado para poder evaluar las capturas mundiales que se realizan en este arte estimaba entre 250.000 y 430.000 el número total de tortugas bobas y tortugas laúd capturadas en los anzuelo. El Mar Mediterráneo era señalado como uno de los lugares donde mayor era esta interacción, contando con el 10% de las capturas mundiales.

Todos los palangreros del Mediterráneo realizan capturas accidentales de tortugas marinas, pero es la flota española la que parece tener en índice más alto. Aunque el volumen de capturas varía de un año a otro, se estima que la cifra está cercana a las 20.000 tortugas al año, si bien en algunas ocasiones ha podido incluso llegar a las 35.000.