Se acaba una fase marcada por el marketing, los ranking y la mediatización y empieza otra basada en el compromiso de las empresas
MADRID, 14 Abr. (EUROPA PRESS) -
La responsabilidad social de las empresas en Chile "ya cuenta con un mercado abierto", aunque ha superado su primera etapa y es necesario pasar a una segunda, más evolucionada, según defiende el presidente de la organización 'Acción RSE' de Chile, Javier Irarrázaval en un artículo que como Columnista Invitado firma en el último Boletín del Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresarial (IARSE).
Según recuerda este experto, la última encuesta realizada por la agencia Market & Opinion Research International (MORI) muestra cómo la RSE en Chile "ha adquirido una mayor importancia entre los consumidores" y revela cómo los ciudadanos chilenos "han aumentado su disposición a sancionar a una empresa por sus prácticas no responsables".
Hoy, --recuerda el autor--, "cuatro de cada diez consumidores están alerta respecto de la conducta de las empresas, una cifra que hace seis años era sólo de dos de cada diez". Del mismo modo, este cambio señala que el principal canal de información de las prácticas de RSE de las empresas son los informativos de radio o televisión, los comentarios de amigos o familiares y las campañas de marketing de las mismas empresas.
"Esto no hace otra cosa que confirmar la existencia de un mercado para la RSE en Chile y que las acciones de las empresas tienen repercusión en la conducta de los consumidores, de una manera positiva o negativa", insiste el autor del artículo.
El hecho de que empresas que aparecen con mejor ranking respecto de sus prácticas de responsabilidad social en esta encuesta se repitan en la última encuesta de reputación empresarial de Hill Knowlton 'CAPTIVA', nos demuestra "el buen posicionamiento y credibilidad que estas compañías tienen entre los consumidores chilenos", añade.
EVOLUCIONAR
Sin embargo --continúa Irarrázaval--, y a pesar de estos claros indicadores,"creemos que la mediatización de la responsabilidad social y las acciones de marketing de las empresas para comunicar sus prácticas son y han sido parte de una primera fase de la RSE en Chile que ahora debe evolucionar".
"El gran desafío es por tanto, pasar a una segunda etapa, que esté marcada por el compromiso de las empresas en incorporar la RSE en sus planes de negocios y operaciones, en la generación de una nueva cultura empresarial, en la existencia y uso de herramientas que permitan apoyar a las empresas en la implantación de políticas y acciones, y finalmente en la necesidad de reportar y medir la responsabilidad social de las empresas", afirma el experto.
A su juicio, esta segunda etapa "deberá estar marcada por una agenda de responsabilidad social, donde no sólo las empresas la incorporen en su quehacer diario sino también los consumidores y el Gobierno".
Para ello, "deberemos disponer de herramientas que ayuden a las empresas a incorporar de manera eficiente los planteamientos de la RSE, promoviendo instrumentos que validen el estado de las compañías en sus temas económicos, sociales y ambientales"; y lograr que actores, como los medios de comunicación, "se incorporen también a la difusión de los valores y retos que tiene la responsabilidad social".
Así, concluye, "estamos observando el fin de una primera fase de la responsabilidad social marcada por el marketing, los ranking, las comunicaciones y la mediatización, y el inicio de una etapa donde el compromiso de las empresas y el uso de herramientas concretas para la gestión y el reporte social configurarán una nueva cultura en el empresariado nacional, contribuyendo a un modelo de desarrollo sostenible en el país".
