O PORRIÑO (PONTEVEDRA), 17 Feb. (EUROPA PRESS) -
El personal de la planta de Frigolouro, del grupo Coren, se ha concentrado este miércoles a la entrada de la empresa, en O Porriño, convocado por el comité (CC.OO., CIG, UGT y SITF) para demandar que se desbloqueen las negociaciones para renovar el pacto laboral firmado en 2014, y para denunciar la intención de la empresa, que "se niega a aumentar los tiempos de descanso y a garantizar el mantenimiento de todos los puestos de trabajo", según los sindicatos.
La CIG ha explicado que el comité (excepto el sindicato SITF) firmó en 2014 un acuerdo por el que la plantilla renunciaba a parte de su tiempo de descanso, con la condición de que la empresa no despidiese a nadie hasta marzo de 2019.
Transcurrido ese tiempo, los sindicatos intentaron renegociar el acuerdo, "pero la empresa fue dilatando el proceso". "Esto quiere decir que, desde marzo de 2019, la empresa dispone para su beneficio de ese tiempo cedido temporalmente por los trabajadores a cambio de nada", ha denunciado el sindicato nacionalista.
En el último año, las negociaciones no han dado sus frutos ya que, según la CIG, las propuestas de la empresa "ahondan en la precatización de las condiciones de trabajo", y han advertido de que, para los representantes de los trabajadores, hay varias cuestiones "irrenunciables".
Así, reclaman aumentar el tiempo de descanso durante la jornada, mantener la actual plantilla y hacer contratos indefinidos a los trabajadores que lleven cinco años o más en esta empresa del sector cárnico.
Por su parte, CC.OO. también ha denunciado el bloqueo de las negociaciones por parte de la empresa, que no acepta las propuestas de la parte social, y ha advertido de que, además de la concentración de este miércoles y de la que se celebrará el próximo lunes, se iniciará un calendario de movilizaciones "en caso de que la dirección de la empresa siga en la misma actitud".
Este sindicato ha advertido de que va a "pelear para recuperar lo arrebatado", y ha reclamado a la empresa que dé respuesta a las demandas de los agentes sociales, porque sus argumentos "no resuelven los problemas de los trabajadores y trabajadoras".
