ACS se impulsa un 26% en Bolsa tras negociar la venta de su filial industrial Cobra por 5.200 millones

Junta general de accionistas de ACS de 2020, celebrada de forma telemática
Junta general de accionistas de ACS de 2020, celebrada de forma telemática - ACS - Archivo
Publicado: viernes, 2 octubre 2020 17:43

Las plusvalías para ACS rondarían los 4.000 millones gracias a una división que copó en 2019 el 62% de todo el beneficio del grupo

MADRID, 2 Oct. (EUROPA PRESS) -

Las acciones de ACS se dispararon este viernes cerca de un 26% tras confirmar que mantiene negociaciones con el grupo de infraestructuras francés Vinci para la venta de su división industrial, Cobra, cuya valoración aproximada ronda los 5.200 millones de euros.

Los títulos de la compañía presidida por Florentino Pérez reaccionaron inmediatamente al alza tras conocerse la noticia, que impulsó su precio hasta los 23,42 euros por acción, máximo intradía y el mismo precio al que cerraron finalmente la jornada.

A pesar del furor causado por esta posible venta, el grupo constructor solo ha podido recuperar el mismo nivel que mantenía el pasado mes de julio, cuando sus acciones superaban los 24 euros, antes de entrar en una senda bajista provocada por la demanda que presentó un grupo de accionistas de Cimic, su filial en Australia, por el desarrollo de su negocio en Oriente Medio.

En lo que va de año todavía acumula un desplome del 34,6%, desde que en enero se encontrase por encima de los 35 euros por acción. Su capitalización bursátil es ahora de 7.150 millones, frente a los 5.800 millones que valía el jueves y los 11.000 millones del pasado mes de enero.

Por el momento, las negociaciones con Vinci incluyen la venta de las actividades de ingeniería y obras, las participaciones en ocho concesiones y contratos de colaboración público-privada (PPP) en proyectos de energía, así como la plataforma de desarrollo de nuevos proyectos en el sector de energía renovable.

POSIBLE ENTRADA EN EL CAPITAL DE VINCI

De los 5.200 millones en los que está valorada Cobra, Vinci pagaría un mínimo de 2.800 millones de euros en metálico, desembolsando la diferencia mediante acciones de Vinci o también en metálico. Teniendo en cuenta el patrimonio neto de 1.200 millones de esta división, las plusvalías para ACS podrían alcanzar los 4.000 millones de euros.

Si el pago del importe restante se tradujese en una entrada en el capital de la empresa gala, ACS se convertiría en el segundo mayor accionista privado de Vinci, solo por detrás del fondo británico TCI, al controlar el 5,4% de los 44.600 millones que capitaliza en Bolsa. Sus títulos cerraron este viernes con un alza superior al 4,3%.

CONCENTRA EL 22% DEL EBITDA

La división industrial en la que ACS incluye a Cobra ingresó en 2019 más de 6.530 millones de euros, es decir, el 9% de toda la facturación del grupo, mientras que su resultado bruto de explotación (Ebitda) fue de 693 millones, el 22% del total, con una cartera de 9.924 millones de euros. Por su parte, en ese ejercicio, esta división ganó 600 millones de euros, es decir el 62% de todo el beneficio de ACS, que fue de 962 millones.

Este mayor beneficio, no obstante, provino de los plusvalías de 250 millones de euros generadas por la venta de sus platas fotovoltaicas en España a Galp, compensadas en parte por la compra del 49% de Bow Power --dedicada a la inversión y desarrollo de activos energéticos-- por 82 millones de euros, pasando a ser el accionista al 100% de esta sociedad.

En 2019, Cobra Instalaciones y Servicios, junto con otras filiales del grupo, recibió una serie de sanciones de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sobre su presunta participación en dos cárteles de España relacionados con licitaciones públicas de líneas de ferrocarril convencional y alta velocidad, por un importe total de 51 millones de euros, que la empresa recurrió.

Entre las adjudicaciones más importantes conseguidas durante el año 2019 por esta división destacan el parque eólico marino flotante Kincardine (Aberdeen, Reino Unido), el complejo industrial de Jorf Lasfar (Marruecos), dos plantas fotovoltaicas en Takasaki (Japón) y contratos de mantenimiento para Cepsa y Endesa, entre otros.

Para los analistas de Renta 4 Banco, se trata de una operación "en principio positiva", por la posible entrada de caja que permitiría mitigar el impacto de la pandemia en las cuentas del grupo y los problemas registrados en alguna filial.

"No obstante, la salida de un negocio en el que en muchos casos son líderes del mercado y que tiene un elevado peso en el balance, además de que obtienen unos retornos muy atractivos y es plataforma de crecimiento a través del desarrollo de renovables, le resta cierto atractivo al valor de cara al largo plazo", concluye su análisis.

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