MADRID, 4 Ago. (EUROPA PRESS) -
Adif ha recibido 'luz verde' para sacar a concurso el 'macrocontrato' de prestación de servicios de mantenimiento de toda la red ferroviaria convencional, la que no es de Alta Velocidad (AVE), por un periodo de dos años y un importe de 575 millones de euros.
Como en anteriores ocasiones, la compañía pública lanzará el contrato repartido en seis lotes, en función de las distintas zonas del país.
Los lotes supondrán un importe de entre los 45,15 millones de euros correspondientes a los trabajos de mantenimiento de las vías de la zona Este del país, y los 67,6 millones que supondrán estas tareas en el Noroeste del país.
La compañía que preside Isabel Pardo de Vera enmarca el contrato en su estrategia de impulsar el mantenimiento de las infraestructuras.
El contrato abarca mantener los 10.480 kilómetros de red ferroviaria convencional y los 1.193 kilómetros de vía estrecha, además de vías de apartado y terminales logísticas. Asimismo, incluye un acuerdo marco para ejecutar las obras necesarias en dichas instalaciones y el suministro de los materiales que se requieran para ello.
El objetivo último de los trabajos es garantizar que la infraestructura ferroviaria esté en todo momento en un "óptimo estado" para garantizar su fiabilidad, seguridad y el confort de los viajeros.
TRABAJOS.
Con este fin, el contrato incluye tres tipos de actividades, como son de mantenimiento cíclico, de mantenimiento por estado y de mejora de la infraestructura.
Las actividades de mantenimiento cíclico incluyen las inspecciones básicas de todos los elementos de la infraestructura como son puentes o túneles, o de vías, las actuaciones en vía y otras actividades, como son la disponibilidad frente a incidencias o la redacción de informes de seguimiento.
Por su parte, las actividades de mantenimiento por estado se derivan de las inspecciones regulares a la infraestructura o la vía, de incidencias, o de la necesidad de resolver situaciones que condicionan la explotación ferroviaria y su fiabilidad.
Por último, las actuaciones de mejora de la infraestructura comprenden las obras orientadas a optimizar las condiciones de explotación preexistentes con el fin de cumplir con los estándares de fiabilidad y calidad requeridos.
