La administración concursal de Clesa pide la liquidación

Clesa
Foto: EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 11 enero 2012 20:23

 

   MADRID, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -

   La administración concursal de Clesa, empresa de Nueva Rumasa, ha solicitado la apertura de la fase de liquidación, al entender que no existen posibilidades reales de alcanzar un acuerdo que permita la continuidad de la compañía, y "se prevé que el concurso de acreedores sea calificado culpable", con lo que se derivarían responsabilidades patrimoniales frente a la familia Ruiz-Mateos, según Iure Abogados.

   Según informó el despacho en un comunicado, el déficit patrimonial de casi 682 millones de euros que presenta la firma láctea "dificultará en gran medida la recuperación de las cantidades adeudadas a los acreedores ordinarios".

   Iure Abogados prevé la calificación de culpable por las irregularidades contables detectadas por los administradores concursales y por "el resto de datos que pudieran considerarse como agravantes de la situación de insolvencia" de Clesa.

   En concreto, señala que la familia Ruiz-Mateos apuntó en la solicitud de concurso que la empresa se encontraba en una "situación temporal de iliquidez, siendo el activo superior al pasivo", mientras que la administración concursal considera que la situación de insolvencia es previa a esa solicitud.

   "Este hecho podría afectar directamente a la calificación del concurso, ya que se derivará responsabilidad patrimonial frente a los administradores de hecho y de derecho de Clesa", sostiene Iure.

   El origen de la falta de liquidez de Clesa, según el informe de la administración concursal, se centra en causas económicas y financieras.

   ENDEUDAMIENTO DEL 90%

   En relación con las causas financieras, la administración concursal señala que la compañía soporta un endeudamiento "muy elevado, de alrededor del 90%", por lo que, según Iure, "se descarta como causa de insolvencia la señalada por la familia Ruiz-Mateos: la falta de financiación externa".

   Entre las causas económicas, el despacho cita que la empresa asumió costes relacionados con la actividad de Cacaolat por más de 10,6 millones de euros y compró acciones del Grupo Parmalat, asumiendo un coste que hubiese correspondido a los accionistas por valor de 216,1 millones de euros. Para afrontar el pago de las acciones, la empresa procedió a la venta de las fábricas de Madrid, Barcelona y Leganés, lo que supuso nuevos gastos de arrendamiento.

   Además, Clesa adquirió activos de Nueva Rumasa que no están relacionados con su actividad --entre los que figura el Hotel Cervantes--, lo que supuso una pérdida de tesorería por importe de 112,58 millones de euros y el reconocimiento de pasivos pendientes de pago por 70,55 millones de euros.

   Según agrega Iure, los activos comprados tienen un valor inferior al coste de adquisición, por lo que la sociedad ha visto cómo su patrimonio se reducía en más de 134,5 millones de euros.

   Por otro lado, Clesa ha afianzado operaciones de otras sociedades de Nueva Rumasa por 550,39 millones de euros y ha constituido avales a favor de inversores que han suscrito pagarés emitidos por otras sociedades del grupo por 216,19 millones.

   En cuanto a las irregularidades contables, el despacho de abogados hace referencia a la emisión de facturas que no se corresponden con ventas reales y a la falta de contabilización de gastos derivados de cargos de clientes por acciones promocionales. Además, apunta que la administración concursal señala la posible falta de independencia profesional del auditor de la empresa.