Así son los candidatos a suceder a Cándido Méndez al frente de UGT

Álvarez y Cilleros
EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 11 marzo 2016 13:59

   MADRID, 9 Mar. (EDIZIONES) -

   UGT celebra en Madrid su 42º Congreso Confederal, marcado por la marcha de su actual secretario general, Cándido Méndez, tras 22 años en el cargo. Dos son los candidatos que se postulan para suceder al histórico dirigente del sindicato: Josep María Álvarez y Miguel Ángel Cilleros. Aquí repasamos sus perfiles de cara a la elección del sustituo de Méndez, que será efectiva el próximo sábado:

JOSEP MARIA ÁLVAREZ, LA VOZ DE LA EXPERIENCIA

   Josep Maria Álvarez i Suárez nació en la localidad asturiana de Belmonte el 20 de marzo de 1956. A sólo unos días de cumplir 60 años, Álvarez se ha propuesto ser el sucesor de Cándido Méndez en la Secretaría General de UGT. Experiencia no le falta porque lleva nada menos que 26 años a los mandos de la organización en Cataluña.

   En el sindicato se le conoce simplemente como Pepe y dicen de él que es un hombre afable, espontáneo, atrevido y optimista, pues afronta los problemas de cara y nunca da nada por perdido. "Para él, todo tiene solución", comenta uno de sus compañeros, que cree que, en el momento actual de cambio que vive la UGT, es la persona más capaz y necesaria para dirigir el sindicato tras la era Méndez.

   Pese a que lleva en UGT-Cataluña más de dos décadas, Álvarez es una persona muy conocida dentro del sindicato, lo que supone un plus para su posible llegada a la Secretaría General de UGT en el 42º Congreso, que se celebra estos días en Madrid.

   Álvarez cursó estudios de Formación Profesional en Noreña (Asturias) y con 19 años se trasladó a Barcelona, donde comenzó a trabajar en la empresa de construcción de maquinaria pesada La Maquinista Terrestre y Marítima, que años más tarde fue comprada por la francesa Alstom. Con esa misma edad se afilia a la Unión General de Trabajadores (UGT) y empieza a interesarse por aprender la lengua catalana.

   Sólo un año más tarde, en 1976, es elegido secretario de Acción Sindical de la sección sindical de La Maquinista y miembro del comité de empresa desde las primeras elecciones sindicales.

   En 1980 Álvarez es nombrado secretario de Organización de la Federación del Metal de UGT-Cataluña y desde aquel año asume diferentes cargos en el sindicato. Ocho años más tarde volvió a ser elegido secretario de Organización del Metal y miembro del Comité Confederal de UGT.

   Tras hacerse cargo de la Comisión Gestora de UGT-Cataluña, en mayo de 1990 es elegido secretario general de UGT en esta comunidad, cargo en el que permanece desde hace 26 años (su última reelección tuvo lugar en 2013).

   Aparentemente Álvarez parece tener más posibilidades de llegar a la Secretaría General de UGT que los otros dos compañeros que han manifestado su intención de presentarse: Miguel Ángel Cilleros, de la Federación de Servicios para la Movilidad y el Consumo, y Gustavo Santana, secretario general de UGT-Canarias y el 'benjamín' de esta terna.

   En los últimos días se ha levantado cierta polémica en torno a las opiniones de Álvarez sobre el problema catalán. El dirigente ugetista es partidario del derecho a decidir, pero siempre aclara que eso para él no es igual a independencia. Quienes le apoyan y ven en él al próximo secretario general de UGT están molestos con que este tema haya estado en boca de Méndez en las últimas entrevistas que ha concedido antes de su marcha, pero tampoco desean que este tema enturbie el 42º Congreso de UGT.

MIGUEL ÁNGEL CILLEROS: EL MECÁNICO QUE QUIERE REPARAR UGT

   El secretario general de la Federación de Movilidad y Consumo de UGT (SMC-UGT), Miguel Ángel Cilleros, optará este viernes a suceder a Cándido Méndez al frente de la Secretaría General del sindicato, en el marco del 42º Congreso Confederal que la organización celebrará desde este miércoles hasta el próximo sábado, 12 de marzo.

    Para ello debe contar con al menos el 25% de los avales en liza, aunque su círculo cercano cuenta con que serán bastantes más y confía en su victoria frente a los otros dos candidatos, el líder de UGT-Cataluña, Josep Maria Álvarez, y el de la organización en Canarias, Gustavo Santana.

    Cilleros, el único candidato que procede de una federación sectorial, tiene 53 años, con lo que se sitúa entre esos 45 y 55 años que marcó Méndez como la edad ideal de la persona que debe encargarse durante los próximos cuatro años de remover y modernizar las estructuras y el funcionamiento del sindicato.

    Eso, y algunos apoyos no tan velados por parte de Méndez, hacen que se le considere el candidato 'oficial', un etiqueta que se sacude con el gesto serio que siempre le acompaña y que amortigua cuando habla, con cercanía.

    Cilleros fue el segundo de los tres sindicalistas en presentar oficialmente su candidatura, pocos días después de Santana, porque se tomó su tiempo para dar el paso y empezar a sondear a nivel interno el sindicato con la intención de garantizarse los apoyos suficientes.

    Así, en los días previos, Cilleros comentaba que lo primero que quería hacer era consultar la cuestión con su familia. Era consciente de que dar el paso de suceder a Méndez era también ampliar su dimensión pública y reducir la privada. No era un paso más.

    Quizás por eso decidió, como se hace cuando se da un gran salto, tomar carrerilla casi desde el principio y comenzar la andadura arropado por los suyos, los de siempre. El 16 de diciembre del pasado año, volvió al taller central de reparaciones de Renfe Operadora, en el madrileño barrio de Villaverde, para decir que sí, que quería encabezar UGT a partir de marzo.

    Fue allí donde, tras pasar por la escuela ferroviaria de Vila García de Arousa con 17 años, como buen hijo de mecánico, se dedicó a reparar los trenes y luchar por los derechos de los trabajadores del centro de trabajo, del que pasó a ser secretario general de la sección sindical de UGT en 1992.

    Sólo dos años después, la organización le reclamó para que se dedicara por entero a la labor sindical y a los diez años pasó a gestionar la Federación Estatal de Transportes y Comercio de UGT, que se integró en SMC-UGT en 2014.

    En la antesala del proceso de reestructuración del sindicato, que reducirá las actuales seis federaciones a tres, Cilleros tiene la vista puesta en el último salto, la Secretaría General del sindicato, ante la que se ha plantado dispuesto a meter a la organización en el taller y apretarle todas las tuercas.

    En su 'programa' aparece la necesidad de hacer de UGT una organización más ágil y adaptada a los tiempos, con unas estructuras más delgadas, con una participación superior a la actual. Es tiempo de rearmar el sindicato y prepararlo para un contexto de dificultad e incertidumbre", resume en la web de su candidatura.

   

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