BERLÍN, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -
El grupo químico alemán Basf se anotó unas pérdidas atribuidas de 1.060 millones de euros en el conjunto de 2020, frente a los beneficios de 8.241 millones que contabilizó en el año anterior, según se desprende de las cuentas anuales que ha publicado este viernes la compañía.
La firma ha explicado que el abultado cambio en el resultado neto se debe a que durante este año ha tenido que incluir en su contabilidad una serie de amortizaciones que han tenido un impacto negativo. Además, el beneficio neto de 2019 también se vio afectado de forma positiva por la desconsolidación de Wintershell.
La facturación de Basf entre enero y diciembre fue de 59.149 millones de euros, prácticamente la misma cifra que durante el año anterior. Por segmentos de negocio, la división de tecnologías de superficies creció un 27%, hasta 16.659 millones de euros, mientras que la rama de materiales se contrajo un 6%, hasta 10.736 millones de euros.
Por otro lado, la división de químicos facturó 8.071 millones de euros, un 15% menos, al tiempo que la de soluciones industriales descendió un 9%, hasta 7.644 millones. El segmento agroalimentario cerró 2020 con unas ventas de 7.660 millones de euros, un 2% menos, y el área de nutrición se contrajo un 1%, hasta 6.019 millones de euros.
El coste de los productos vendidos creció un 2,3%, hasta 44.040 millones de euros, mientras que los gastos de venta se contrajeron un 5,2%, hasta 7.497 millones de euros, y los generales y administrativos se situaron en 1.228 millones de euros, un 6,3% menos.
La partida de investigación y desarrollo fue de 2.086 millones de euros, un 4,2% menos, mientras que el resto de gastos operativos fueron de 6.108 millones de euros, más del doble, por el impacto de las amortizaciones.
En el cuarto trimestre de 2020, el beneficio neto de Basf fue de 1.055 millones de euros, lo que equivale a septuplicar las ganancias del mismo periodo de 2019, tras facturar 15.905 millones de euros, un8,3% más.
