MADRID, 24 Sep. (EUROPA PRESS) -
El propietario y principal imputado en el 'caso Gescartera', Antonio Camacho, afirmó hoy durante su declaración en el juicio oral que se celebra en la Audiencia Nacional y ante los documentos mostrados durante el interrogatorio de los letrados de las acusaciones particulares que "no puede quedar nada reflejado" porque no se ha llevado "ni una sola peseta" de la agencia de valores.
El imputado explicó que cobraba 4.800 euros mensuales de Gescartera y que "siempre" financió sus gastos con su propio dinero. Camacho afirmó que en el momento de la intervención, el 15 de junio de 2001, Gescartera le debía más 900.000 euros del dinero que aportó para cubrir las minusvalías de los clientes.
El acusado contestó a las preguntas del fiscal que aportó 19,02 millones de pesetas de su propio bolsillo y el de su familia para financiar pérdidas.
"Mi labor empresarial no se centraba sólo en Gescartera, participaba en negocios inmobiliarios y construcción y todos los fondos que gané los traspasé a la agencia de valores", explicó el acusado. Camacho justificó que las aportaciones llegaron desde las sociedades Gaesco Inversiones, Link Securities, Breston y Promociones Andolin, así como desde una póliza contratada con el HSBC. La última provisión de fondos llegó desde una cuenta a nombre de Gescartera Fondos de Pensión domiciliada en el BBVA hasta completar los 19,02 millones de euros.
El abogado de Adicae le preguntó sobre la sanción de 769.000 euros impuesta por la CNMV a la sociedad Bolsa Consulting, propiedad de Camacho, en 1994. Camacho explicó que a raíz de la sanción, el director de supervisión de la CNMV, Ramiro Martínez Pardo, le aconsejó transformar la sociedad en cartera de valores sin contar con su presencia en el consejo de administración "por cuestiones de honorabilidad".
Asimismo, se hizo referencia al supuesto traspaso de 26,71 millones de euros desde las cuentas de BC Fisconsulting, sociedad que soportaba las minusvalías de Gescartera, hacia varias cuentas domiciliadas en 'La Caixa', responsable civil subsidiaria en la causa. Camacho afirmó que él no tuvo "nada que ver" con los certificados falsos enviados a la CNMV que trataban de justificar el desvío de dicha cantidad.
El acusado insistió durante todo el interrogatorio en distinguir a los clientes que tenían contrato de gestión de patrimonio -a intereses fijos o variables más elevados que los de mercado- con Gescartera y a los llamados "clientes especiales", que mantenían un acuerdo de préstamo con la entidad. Respecto a estos últimos, Camacho explicó que los contratos se cerraban con una firma y un compromiso "verbal".
En cuanto a la operatividad de la entidad respecto de las inversiones de los clientes de patrimonio, el propietario de Gescartera explicó que las compras de los títulos se realizaban a nombre de un contratador único y posteriormente se repartían. "El liquidador asignaba el dinero en función de la rentabilidad de las cuentas", apuntó. Camacho explicó que Gescartera pasó épocas de falta de liquidez "como cualquier otra empresa" y que en la sociedad "había suficiente dinero" para mantener el negocio.
