Cavaco Silva defiende que eventuales ajustes adicionales no afecten a los "nuevos pobres"

Actualizado: miércoles, 29 febrero 2012 19:32


LISBOA, 29 Feb. (Reuters/EP) -

El Gobierno portugués no debe imponer nuevas medidas de austeridad que afecten a los "nuevos pobres" del país, ya golpeados por las medidas adoptadas para hacer frente a la crisis, ha advertido el presidente del país, Anibal Cavaco Silva.

Sus declaraciones, consideradas como una advertencia al Gobierno, se ha producido poco después de que el primer ministro luso, Pedro Passos Coelho, dijera que no hacen faltas nuevas medidas fiscales ahora pero que no dudará en imponerlas "si son inevitables".

Passos Coelho ha señalado en varias ocasiones que hará "lo que sea necesario" para cumplir los compromisos alcanzados por Portugal con la UE y el FMI y que no pedirá un segundo rescate financiero, como ha ocurrido con Grecia.

Así las cosas, Cavaco Silva, que procede del gobernante Partido Social Demócarta (PSD, centro-derecha) de Passos Coelho, ha subrayado en la emisora TSF que cualquier nueva medida no debería aplicarse de forma indiscriminada.

"Hay un grupo de personas a las que ahora podemos llamar 'los nuevos pobres', aquellos más afectados por las medidas (...) y existe el reconocimiento general de que es imposible aplicarles más medidas de austeridad a ellos", ha subrayado Cavaco Silva.

Dicho grupo incluye a los pensionistas, las personas que trabajan en pequeños negocios "que no pueden afrontar la caída de la demanda", hogares endeudados y familias "que han sufrido duros recortes en sus salarios y tienen dificultades para enviar a sus hijos a la escuela o se ven obligadas a sacar a sus mayores de los centros de atención", ha ilustrado.

El propio Cavaco Silva había generado la polémica el mes pasado tras quejarse de que su pensión era demasiado pequeña para poder cubrir sus gastos. El cargo de presidente en Portugal es eminentemente ceremonial pero tiene poder para vetar leyes y puede destituir al Gobierno.

Por otra parte, el presidente también ha acusado a Europa de mostrar falta de cohesión y solidaridad en sus esfuerzos para afrontar la crisis de deuda y ha considerado que la UE ha mostrado "cobardía política" al permitir verse "condicionada e incluso chantajeada por tres agencias de rating norteamericanas".