El chef José Andrés propone un plan nacional para garantizar el acceso a los alimentos durante una emergencia

Un niño durante la comida en su casa del barrio madrileño de Carabanchel momentos antes de abrir el menú de la ONG del chef José Andrés, que reparte en Madrid a las familias más necesitadas durante el estado de alarma provocado por el coronavirus, en Ma
Un niño durante la comida en su casa del barrio madrileño de Carabanchel momentos antes de abrir el menú de la ONG del chef José Andrés, que reparte en Madrid a las familias más necesitadas durante el estado de alarma provocado por el coronavirus, en Ma - Jesús Hellín - Europa Press - Archivo


Aboga por la colaboración público-privada para garantizar el acceso a la alimentación durante una emergencia

MADRID, 3 Jun. (EUROPA PRESS) -

El chef José Andrés, fundador de la ONG World Central Kitchen (WCK), ha propuesto implantar en España un Plan Nacional de Emergencia Alimentaria (Planea) que garantice el derecho a la seguridad alimentaria y nutricional de la población española en situaciones de desastre natural o emergencias nacionales, activando recursos de la sociedad civil y del sector privado.

"La mejor respuesta a una crisis es reaccionar con rapidez y enfrentarla desde el minuto cero. Y para poder enfrentarla hay que estar preparado", afirma el chef en un comunicado, un día después de conversar con el Rey, al que detalló los detalles del programa #ChefsForSpain, puesto en marcha para ofrecer comida fresca y con el que, desde el principio de la pandemia, ha logrado preparar 1,7 millones de comidas frescas a familias necesitadas en España.

A juicio del chef, "la devastación provocada por la Covid-19 ha pillado por sorpresa a las naciones del mundo" que generó "una reacción lenta y la lentitud colocó ante el espejo las ineficiencias del tejido institucional de cada país".

"No soy yo quien pueda ofrecer soluciones. Pero humildemente, con la experiencia de mi fundación, World Central Kitchen (WCK), en la gestión de desastres naturales y emergencias, me siento capaz de sugerir medidas que palíen uno de los dramas humanos más duros que he enfrentado en cada crisis humanitaria: el hambre", añade el texto que recoge Europa Press.

En este punto, recuerda que las consecuencias alimentarias de la Covid-19 han sido calificadas de "catástrofe humanitaria" por el Programa Mundial de Alimentos de la ONU. Además, el Organismo de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO) habla de "nuevas bolsas de hambre" en partes del planeta mientras que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) dice que el impacto de la pandemia en Europa sitúa al viejo continente ante "la peor crisis internacional desde la Segunda Guerra Mundial".

"El hambre ocasionada por la pandemia actual permanece en nuestras calles. Por un lado, existe la triste realidad de muchos hogares que carecen de los medios para comprar comida; pero además, en tiempos de crisis, crece el número de personas vulnerables que se pierden en el entramado de las ayudas sociales para acceder a recursos alimentarios y de nutrición. En la actual crisis de salud, el hambre no termina de forma automática con un cambio de fase. Y, sobre todo, no podemos esconderla. El hambre no se esconde", alerta.

En este contexto, el Plan propuesto por José Andrés, que lleva por lema Planea, se basa en una serie de pilares: recursos de la sociedad civil y el sector privado, gestores que viven y trabajan en el corazón de nuestras comunidades, transferencia del conocimiento ('know-how') para capacitar y sensibilizar a quienes están en primera línea de la lucha contra el hambre y creatividad para encontrar soluciones al problema del hambre con los recursos existentes.

Este plan multisectorial, detalla José Andrés, cuenta con infraestructuras preexistentes como recursos locales (escuelas de hostelería, hoteles, colegios o cocinas industriales que se ponen al servicio de una red temporal de producción alimentaria) y se apoya en la red nacional de Bancos de Alimentos como elemento vertebrador de una acción coordinada.

Además, considera que debe invertir en la modernización de la red nacional de comedores y caterings sociales, permitiendo su transformación en pulmones productivos bajo la presión de cualquier emergencia nacional.

En este sentido, indica que la ONG WCK se encuentra trabajando en estos momentos en un programa piloto en Sevilla, Madrid y Barcelona, y subraya que los acuerdos de WCK con entidades públicas y privadas para la utilización de escuelas de hostelería en Madrid, Valencia y Bilbao; así como la alianza nacional con la cadena de hoteles NH para la activación de las cocinas en A Coruña, Marbella, Madrid y Algeciras, han sido esenciales para el éxito de ChefsForSpain.

Por otro lado, cree que el plan debe contar con un marco normativo propio para la producción y distribución de alimentos en estados de emergencia, con capacidad de asegurar la financiación inmediata tras la declaración de un estado de emergencia, que cuente con los chefs o cocineros como gestores al frente y elimine los trámites burocráticos, entre otras cuestiones.

EL HAMBRE, LA OTRA PANDEMIA DE LA CRISIS

"Hoy es la pandemia, una crisis de salud que afecta a todo el territorio nacional. Mañana puede ser un desastre natural o cualquier otra catástrofe. Como no puede ser de otra manera, nuestra atención se centra siempre, inicialmente, en las víctimas directas de esos dramáticos escenarios. Pero, en paralelo, surgen otras víctimas invisibles afectadas por el hambre que se convierte así en la otra pandemia de esa misma crisis", relata José Andrés.

"En lo que a nosotros se refiere, nuestro plan, nuestra intervención se centra en ayudar, en la medida de lo posible, a esas otras víctimas que sufren a la sombra de esa crisis, de ese desastre, de esa catástrofe --precisa--. Pienso en familias de bajo nivel económico. En personas que, de un día para otro, ven como sus ingresos desaparecen. Pienso en los inmigrantes, incluyendo a los que carecen de papeles legales, también en quienes contribuyen con su trabajo en sectores particularmente afectados por esta crisis como el sector servicios".

"Cuando la maquinaria productiva de un país, de una ciudad, de una comunidad se ve golpeada por una crisis, son esas personas, esas familias, las primeras en sentir hambre. Y cuando la crisis se alarga, desafortunadamente, las filas del hambre crecen", advierte.

"Estoy convencido de que si somos capaces de llenar con la dignidad del alimento los huecos del hambre que generan las crisis, estaremos en el camino de habitar sociedades más solidarias y fraternales, es decir, más humanas. Lo que proponemos, sobre todo, es un plan inspirado por la urgencia del ahora. El hambre no espera. El futuro de una sociedad donde no se pasa hambre empieza hoy. Estoy preparado. Sé que estamos listos. Empecemos", concluye.

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