NUEVA YORK, 28 de septiembre de 2016 /PRNewswire/ -- En una reunión celebrada el 23 de septiembre en los márgenes de la histórica Cumbre de las Naciones Unidas sobre Refugiados y Migrantes, diversos representantes de organizaciones internacionales, gobiernos y la sociedad civil afirmaron que las organizaciones religiosas y sus líderes deben participar en los esfuerzos para abordar los retos de la trata de seres humanos y la migración forzada.
Entre los ponentes de la consulta "Combatiendo la trata de seres humanos y la migración forzada: Testimonios", estuvieron Ignacio Ybáñez, secretario de Estado de Asuntos Exteriores de España; Adama Dieng, Asesor Especial del Secretario General de las Naciones Unidas sobre la Prevención de Genocidio; Rudelmar Bueno de Faria, representante del Consejo Mundial de Iglesias ante las Naciones Unidas, Faisal Bin Muaammar, Secretario General del Centro Internacional de Diálogo y el Metropolitano Emmanuel Adamakis, Exarca del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla y miembro de la Junta Directiva del Centro Internacional de Diálogo con sede en Viena (KAICIID).
La consulta fue organizada por la Oficina de las Naciones Unidas sobre la Prevención del Genocidio y la Responsabilidad de Proteger, en nombre del Grupo de Trabajo Interinstitucional de las Naciones Unidas sobre Religión y Desarrollo, el Consejo Mundial de Iglesias y el Centro Internacional de Diálogo (KAICIID), en colaboración con los gobiernos de Italia y España, el Instituto de Estudios Estratégicos y Democracia de Malta y la Asociación Internacional sobre la Religión y el Desarrollo Sostenible. Los participantes debatieron las políticas existentes para abordar la trata de seres humanos y la migración forzada, así como el papel que desempeñan las organizaciones religiosas y el diálogo interreligioso para responder a estas cuestiones. También escucharon historias personales estremecedoras compartidas por testigos de los países de origen, transición y acogida de refugiados.
El Metropolitano Emmanuel Adamakis explicó cómo el pueblo griego, junto con el Estado y la Iglesia, ha respondido con gran generosidad ante la llegada de más de 1 millón de personas que escapan de la guerra y el conflicto de Oriente Medio, África y Asia. Añadió que la Iglesia Ortodoxa ha desempeñado un papel muy activo en la crisis. Instó a aumentar la sinergia y la cooperación entre religiones y organizaciones internacionales y propuso impartir capacitación interreligiosa para las personas que acogen a los migrantes. Además, se compartieron ejemplos sobre diversas acciones que llevan a cabo organizaciones religiosas ante los flujos de refugiados en Italia o el trabajo con las minorías en Irak.
"Los líderes religiosos conocen a sus comunidades. Tienen acceso a las personas. Cuentan con la confianza y el respeto de sus comunidades y ya están trabajando para salvar y mejorar vidas donde más los necesitan. Mediante su ejemplo y sus consejos, sus comunidades combaten el prejuicio, apoyan la integración y construyen la paz", afirmó Faisal Bin Muaammar, Secretario General del Centro Internacional de Diálogo, que defiende el diálogo interreligioso como un medio para lograr la paz y la reconciliación. "Millones de personas que sufren actualmente pueden beneficiarse de su motivación, compromiso y experiencia. Su visión y sabiduría son un activo único".
El KAICIID también estuvo representado por el Secretario General Adjunto para Relaciones Externas, Embajador Alvaro Albacete, quien moderó el primer panel; y el Asesor Sénior Prof. Mohammed Abu-Nimer en el último panel, enfatizando la complementariedad entre los líderes religiosos, las organizaciones religiosas, los responsables políticos y los defensores de los derechos humanos.
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